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El Canal perforará 100 nuevos pozos para afrontar la falta de agua

Javier Casqueiro

El presidente del Canal de Isabel II, Antonio Beteta, quiso ayer ser tranquilizador en sus mensajes sobre la sequía en Madrid. Pero aportó una ristra tal de datos y futuras medidas para asegurar el abastecimiento que su intervención produjo preocupación. Los diputados de la Asamblea querían saber si había peligro de restricciones. Beteta, consejero de Hacienda del Gobierno regional, eludió hablar de esa posibilidad. Sí anunció nuevas campañas, de toma de conciencia, porque, pese a lo poco que ha llovido durante el año hidrológico que acaba de terminar -200 hectómetros cúbicos, el segundo peor desde hace 100 años-, los madrileños han aumentado el consumo de agua un 2% sobre el año pasado.

Beteta adelantó que en toda la legislatura se perforarán 100 pozos (costarán 2.500 millones), que triplicarán los 50 actuales y los 60 hectómetros cúbicos anuales que los mismos aportan ahora a la red del Canal. En 1996 se construirán 20 pozos. Hasta mayo, la Administración socialista sólo impulsó la explotación de pozos como medida excepcional -cuando empezaron a escasear las lluvias en 1992. Consideraban que el acuífero de Madrid es una reserva de emergencia y que su sobreexplotación degrada la calidad de las aguas y rebaja el nivel freático, lo que tiene efectos perniciosos en la vegetación.

Agua para dos años

El presidente del Canal aventuró que, según los estudios técnicos y las estadísticas de pluviometría, se puede asegurar el abastecimiento para los dos próximos años: siempre que Ilueva en 1996 al menos "como el cuarto peor año hidrológico del siglo" (1949 1950, 333 hectómetros). Ahora hay agua embalsada (36% de capacidad) para un año. El Canal en 1996 también destinará 4.000 millones para reparar conducciones en las que se producen pérdidas. Entre evaporaciones, pérdidas y Ayuntamientos que no pagan el agua se diluye en estos momentos un 20% de los recursos del Canal. Los responsables regionales pretenden reducir este porcentaje con estas inversiones y con la renegociación de los convenios con diversos municipios -sobre todo con el de Madrid- para que empiecen a pagar, el agua que gastan. En el caso madrileño, el Canal, a cambio, deberá empezar a abonar los impuestos municipales y las tasas de las que se libraba con ese trueque.Beteta apuntó ayer que el Canal estudia, para un futuro a más largo plazo, los emplazamientos previstos para nuevos embalses. Y avanzó tres posibles soluciones: dos en el Este (una sobre sobre el azud del pozo de Los Ramos, en el río Sorbe, y otra en Matallana, Matalasyeguas o Bonobal, sobre el Jarama) y una en el Oeste (aumentando las tres presas actuales del río Alberche).

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, añadió en el pleno de la Asamblea que sólo hay un 5% de posibilidades de que haya restricciones en 1996.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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