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JUICIO POR LA TRAGEDIA DE LA CALLE FUENCARRAL

El dueño del cine Bilbao diluye su responsabilidad en la cadena de subcontratas

La primera sesión del juicio por la tragedia que conmocionó Madrid la tarde de 27 de enero de 1993, (la marquesina del cine Bilbao se desplomó y aplastó en su caída a seis personas e hirió a otras 12 que hacían cola frente a la taquilla) se caracterizó por muchas preguntas y ninguna respuesta clarificadora.

El juez Ramón Rodríguez, del Juzgado de lo Penal 8 de Madrid, sentó ayer en el banquillo de los acusados a seis personas para dilucidar quién de ellos tuvo la culpa, por acción u omisión, de que el voladizo del cine, cuyo estado era ruinoso, según el fiscal, se desplomase.

El derrumbe se produjo cuando tres operarios de origen marroquí estaban subidos encima de la marquesina y desmontaban un andamio que sostenía el enorme cartel que anunciaba elimine estadounidense Sister Act [Una monja de cuidado]. Los operarios, según el fiscal, apilaron los hierros del andamio en una esquina del voladizo lo que precipitó el desplome.

Ayer prestaron declaración dos de los seis acusados, Florentino Reyzábal, copropietario del cine Bilbao, y Pedro Valero de la Parra, presidente de Andamios In, la empresa propietaria de la estructura que sostenía el cartel. Los dos se exculparon. Reyzábal -propietario junto con sus tres hermanos de buena parte de los cines de Madrid, entre ellos el extinto Bilbao- aseguró que encomendó "verbalmente" a Gaspar Pérez, quien falleció tras la tragedia debido a una grave enfermedad, la colocación del cartel de la película. Para cambiar el cartel fue necesario montar un andamio encima de la marquesina.

Reyzábal indicó que desde hacía 20 años, Pérez se encargaba de colocar los carteles de las películas del cine Bilbao. En cambio, dijo que desconocía que te hubiese subcontratado con es otras empresas colocación del cartel. Lo cierto es que Pérez encomendó la gestión a Andamios In y esta empresa, a su vez, subcontrató la instalación y desmontaje del andamio con una tercera empresa, JF Montajes. A esta última empresa pertenecían los tres operarios que trabajaban sobre la marquesina cuando ésta se derrumbó, y quienes también sufrieron heridas.

Reyzábal se enfadaba cada vez que los abogados de la acusación dejaban entrever que él también era responsable de la tragedia. Venía a decir que él no tenía "ninguna culpa" de que otras personas hubiesen "apilado" en una esquina del voladizo el material que iban demontando del andamio. También subrayó que había orden de que los cambios de carteles se efectuasen después de la última función, cuando no hubiera transeúntes por la acera del cine. Lo cierto es que esa operación se hizo por la tarde, cuando la acera estaba muy transitada y muchas personas hacían cola frente a la taquilla del cine. Explicó Reyzábal que los operarios llegaron pasadas las dos del mediodía y comenzaron a desmontar el andamio sin pedir permiso a nadie, "El gerente del cine", dijo, "llegó sobre las siete menos cuarto, y el accidente se produjo a las siete, casi de inmediato". Martín Sánchez Ferrero García, abogado de Raquel Arce, una de las supervivientes de la tragedia, difiere de Reyzábal: "La ley establece claramente que la propiedad tiene el deber y la obligación de conservar un bien; y el Ayuntamiento, de vigilar que lo haga", asegura.

Durante la primera sesión del juicio, varios abogados de la acusación pusieron de manifiesto que los obreros apilaron los hierros del andamio en una esquina de la marquesina, porque los propietarios del Bilbao habían prohibido hacerlo sobre la acera para no molestar a los transeúntes y clientes del local. Reyzábal lo negó.

Pedro Valero, presidente de Andamios In, la empresa que subcontrató con la JF Montajes la instalación del andamio para colocar el cartel, también se desentendió del accidente. Valero señaló que su industria se limitó a elaborar un croquis con lo que había que hacer y que JF Montajes fue la encargada de ejecutar esa tarea.

Valero agregó, que su empresa, con 300 trabajadores, instala al año miles de andamios en toda España, y que él no fue informado en ningún momento, porque no era ese su cometido, de la operación. La responsabilidad de que un andamio se coloque en un lugar inadecuado y luego se caiga compete exclusivamente al cliente y, en definitiva, "a la persona que dirija esa obra", sentenció Valero.

Junto con Reyzábal y Valero también están acusados del desastre del cine Bilbao las siguientes personas: Ricardo Rodríguez, director comercial de Andamios In; y el ex empleado de esta empresa José Pereda García, así como Juan Fernández Romo y Juan José Sánchez Martín, ambos de JF Montajes.

E! fiscal, en su escrito de acusación provisional, pide tres años de cárcel para cada una de estas personas, a las que acusa de cometer un delito de imprudencia temeraria. "Los elementos metálicos de la marquesina se encontraban en un avanzado estado de corrosión, hasta el punto de que se hallaba en una situación de ruina casi total", destaca el ministerio público.

Penas de cárcel

Los abogados de los seis fallecidos y de los doce supervivientes piden, por su lado, penas de prisión de hasta seis años de cárcel. Casi tres años después del desastre, las familias de las víctimas y de los heridos no han cobrado aún ni un duro.El juez instructor del caso, Santiago Pedraz, fijó una fianza para los seis acusados de 600 millones de pesetas, pero, de momento, sólo ha conseguido reunir avales por valor de 275 millones de pesetas, dinero que han pagado las respectivas compañías aseguradoras hasta el límite de sus pólizas. El juez ha embargado ya a los inculpados cerca de una decena de vehículos y otras propiedades, pero aun falta mucho dinero.

La vista oral se está celebrando en el salón de actos de los juzgados de la plaza de Castilla. Un total de 80 testigos y 35 peritos han sido citados por el juez. Los peritos han dictaminado que la marquesina se hallaba en fase de "deterioro, progresivo" y que el voladizo se desplomó porque los obreros apilaron 1.400 kilos de materiales en la parte donde el punto de apoyo de la comisa era más débil. El juicio sigue hoy.

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