El Príncipe pide solidaridad con los mineros asturianos

El Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, viajó ayer al corazón de las comarcas hulleras asturianas para expresar su "más sentida y profunda unión con los habitantes" de los municipios mineros "ante los difíciles momentos que atraviesan". Don Felipe, que se reunió con los alcaldes de estos valles y mantuvo un encuentro en privado con las viudas de los cuatro mineros muertos el día 13 en el pozo Candín, de Hunosa, reclamó "la solidaridad de todos" con estas cuencas, castigadas por la desindustrialización y por la tragedia. En un acto institucional celebrado previamente en Oviedo, en la sede de la Junta General del Principado de Asturias (Parlamento regional), don Felipe expresó su confianza en la capacidad de los asturianos para superar el grave declive a que están sometidos todos los sectores productivos básicos de la región, pero reclamó también "la ayuda de los poderes públicos de España y Europa" para lograrlo. Don Felipe, que ayer inició su anual visita al Principado cuyo título ostenta, presidirá hoy en Oviedo la solemne entrega de los premios que llevan su nombre.

El heredero de la corona volvió a visitar por segunda vez las cuencas hulleras asturianas. Lo había hecho en 1991 a Langreo, pero la de ayer incorporaba un testimonio específico de solidaridad del Príncipe y de la familia real española con un colectivo, el de los mineros y sus familias, sometido en los últimos meses a las sacudidas de la muerte y de la tragedia en las profundidades de los pozos hulleros. Ante los 45 diputados de la Cámara regional, tuvo un recuerdo emotivo para "el doloroso sacrificio de las vidas" de los trabajadores de una región que con demasiada frecuencia afronta "el trágico tributo que hasta hoy se viene repitiendo".

En el ayuntamiento de Mieres, se reunió con los alcaldes de los diez municipios de las cuencas del Caudal y del Nalón, donde habitan del orden de 215.000 personas, y cuya economía depende básica y fundamentalmente de la minería hullera, en franco proceso de recesión, para expresar su apoyo a estas "zonas industriales, que a lo largo de tantos años, sobre todo los de las mayores penurias, contribuyeron de manera decisiva a la prosperidad de España" y para las que ahora, "en momentos de dificultad", reclamó "la solidaridad de todos". "En modo alguno", advirtió, "puede pensarse que el valor, la energía y la capacidad de sacrificio, de imaginación y de entrega que atesoran, los habitantes de estos valles puedan, desaparecer víctimas del desaliento".