Picasso, en el punto de mira de ocho fotógrafos
33 imágenes se exponen en Madrid
Un total de 33 fotografías, la mayoría pruebas de época y vintages (copias realizadas pesonalmente por el autor), tomadas por ocho fotógrafos, convierten las paredes de la madrileña galería Guillermo de Osma (desde mediados de noviembre se podrán ver en la Fundación Picasso de Málaga) en un personalísimo álbum mural cuyo protagonista es Picasso. Imágenes captadas, entre otros, por Man Ray, Robert Doisneau, Denise Colomb o André Villers.Las imágenes proceden originariamente de la colección de Richard Anacreón, un librero vecino del pintor en París. Un singular personaje, que en una no menos singular librería instalada en la Rue du Seine, muy cerca de la Rue des Grands Agustins, en donde vivía Picasso, no sólo se dedicó a la compraventa editorial, sino que también practicaba el trueque de alimentos de primera necesidad, como leche y huevos, con dedicatorias, manuscritos, cuadros y fotos de un buen número de intelectuales que la frecuentaban. Por allí pasaron, entre otros, Ma1raux, Cocteau, Montherlant, Dubufet, Jean Genet o André Breton. Eran tiempos de penuria económica consecuencia de la guerra y la ocupación; si bien él conseguía su materia prima con cierta facilidad en Normandía, de donde era oriundo.
Poco a poco, el librero fue empapelando las paredes de su establecimiento con copias fotográficas, llegando a tener una importante colección de materiales que él mismo denominó como el Museo Anacreón. Según el crítico y editor francés Jean-Luc Mercié, el librero estaba especialmente orgulloso de poseer las dos únicas instantáneas, tomadas por un fotógrafo sin identificar, que Picasso había dedicado en toda su vida a Joan Miró.
Si prescindimos de lo excepcional de su protagonista y de los textos manuscritos que las acompañan, que las convierten en auténticos fetiches, estas fotos, cuyo denominador común es la ausencia de cualquier rigidez del fotografiado ante la cámara, bien pudieran formar parte de muchos álbumes anónimos de esa época tanto por su trata miento estético como por las si tuaciones que reflejan.Gary CooperDesde un entrafiable original tomado en 1936 por Man Ray en Mougins, en el que aparece el pintor con su hijo Paul en traje de baño, al buen humor que muestra en las fotos en las que aparece vestido de Popeye, d6 Gary Cooper con pistola y sombrero, a la sazón incluidos, o tocado con un gorro tibetano. Esta última serie fue realizada por su vecino de Mougins, el fotógrafo André Villers, con quien colaboró el pintor directamente en la realización conjunta de ciertos collages de los que ahora se exponen un par de ellos.Las tomas de un conocido fotógrafo de celebridades en los años cincuenta, Paul Louis, propietario en Niza del Studio Starlet, por donde pasó todo el repertorio de artistas y adláteres participantes, entonces, en el festival de Cannes, quien solía dejar una amplia banda blanca a pie de foto sin imprimir, sirvieron para que Picasso acompañado por Cocteau, su hija Paloma o llevado a hombros con una montera de torero- escribiera allí sus dedicatorias. Materiales que contrastan con los sencillos retratos de Robert Doisneau o los de Denise Colomb.
Babelia
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