"Me parece que esta bicicleta no resiste"

El martes 26 de septiembre, en el velódromo de Bogotá, poco antes de empezar la competición del kilómetro del Mundial de pista, José Manuel Moreno vio la bicicleta que iba a utilizar y dijo a sus entrenadores: "No sé, me parece que esta bicicleta no resiste. Dejadme probarla aquí abajo en la pelousse antes de subirla a la pista. Me da que la rompo en la arrancada". Dicho y hecho. Moreno, un atleta potente, campeón olímpico del kilómetro, se subió e hizo una arrancada. La bicicleta quedó rota por cuatro partes. La máquina era el fruto de un ambicioso trabajo de dos estudiantes de diseño de la Universidad Complutense.Gracias a un acuerdo entre dicha universidad, el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Ciclismo, la bicicleta revolucionaria iba a ser utilizada por la selección española de pista en el Mundial de Bogotá. Después de la prueba de Moreno -que evitó el ridículo de que se rompiera en la pista-, los pisteros españoles utilizaron sus bicicletas de toda la vida, las mismas que en los Juegos de Barcelona, hace tres años.

Las posibles bondades de la bicicleta de la Complutense nunca se llegarán a conocer. Las causas de su fracaso, en cambio, se intuyen, a falta de una investigación que lo aclare. La bicicleta estaba construida en carbono, un material igual de duro que sensible a los cambios de presión y a los cambios de temperatura. Del mismo material es la Espada. Los técnicos del Banesto trasladaron la Espada en la cabina del piloto del avión para evitar que el traslado en bodega, un habitáculo que no está despresurizado, pudiera dañarla. La bicicleta de la Complutense voló en la bodega hasta Bogotá. Se sospecha que en ese espacio sufrió pequeñas fisuras imperceptibles que provocaron su rotura definitiva en el velódromo de Bogotá.

David de Pablos, uno de los dos estudiantes de Bellas Artes de la Complutense que diseñaron la bicicleta, no se explica muy bien qué es lo que ha pasado: "No sabemos muy bien. La bicicleta está rajada y estamos esperando a los técnicos de la federación y del Consejo Superior de Deportes que han ido a Colombia, ya que ahora sólo ellos conocen bien lo sucedido", dice De Pablos, que añade: "Vamos a seguir adelante. No es un gran problema: la bicicleta se mandó a Colombia allí para eso, para probar", informa Antonio Jiménez.

De Pablos reconoce, de cualquier forma, una fabricación, "precipitada". "Sólo tuvimos un mes escaso para realizar el modelo. Eso sí, antes de enviarla a Colombia aguantó en España, en el potro de tortura, presiones de hasta 100 kilos. El potro de tortura consiste en que a la bicicleta se le quitaron las ruedas, se la atornilló al suelo y se le hicieron pruebas con bastante peso encima", explicaba ayer De Pablos.

David de Pablos y Javier Sanz diseñaron, hace tres años, una bicicleta de competición en su clase de escultura. La Complutense, interesada en el proyecto, patentó la idea y el Consejo Superior de Deportes firmó, el pasado 18 de septiembre, un convenio con esta universidad a fin de potenciar los proyectos de estos dos alumnos.