El espía español Rafa exige inmunidad para declarar por el caso del plutonio
Rafael Ferreras Fernández, Rafa, guardia civil en la reserva y agente del servicio secreto alemán (BND), que participó en la operación de contrabando de plutonio descubierta en Alemania en julio de 1994, exige inmunidad para declarar ante la comisión del Parlamento alemán que investiga el caso. Las autoridades alemanas le han citado a declarar el día 26. La operación de contrabando de 363 gramos de plutonio enriquecido acabó con el encarcelamiento en Alemania de los españoles Julio Oroz y Javier Bengoechea y del colombiano Justiniano Torres. Los abogados de los contrabandistas aseguraron en el juicio que todo fue un montaje de los servicios secretos alemanes y destacaron el papel de Rafa en la operación.En una carta mecanografiada remitida a este diario, el agente del BND asegura: "Mi deseo es acudir y aclarar de una vez por todas este asunto". Para ello, el guardia civil exige "total inmunidad" y que el BND aclare algunos puntos oscuros sobre su papel en el caso. La lista de preguntas que, según el espía, debe contestar el BND como condición para prestar declaración apunta la la teoría de que todo fue planeado por los servicios secretos de Alemania.
Así, Rafa pregunta: "¿Por qué todo lo tratado y firmado por mí y el BND en Múnich no se ha llevado a cabo cuando mi vida se encuentra en peligro? ¿Dónde ha ido a parar el dinero que según un organismo oficial y los medios de comunicación he cobrado, siendo estos datos mentira, salvo que alguien se lo haya quedado para su lucro personal? ¿Por qué el BND no ha cumplido su palabra de lavar mi honor ante el pueblo español como se me prometió?".
En su carta, Rafa acusa a Sybila -agente del BND residente en Madrid, responsable de su trabajo- de mentir ante los investigadores alemanes. Supuestamente, Sybila, encargada de un establecimiento hostelero en Madrid, aseguró que Rafa despreció el peligro que entrañaba el traslado del plutonio para la población de Múnich. El agente asegura: "Eso es mentira y una burda farsa para seguir manchando mi nombre, ya que durante toda la operación me estuve jugando la vida para salvar al pueblo de Múnich".
Rafa, que se considera una víctima más del montaje del servicio secreto alemán, concluye la carta así: "De no realizarse mi comparecencia ante la comisión es porque a ciertas personas no les interesa lo que yo pueda decir o aportar a la causa, y aseguro a la comisión que el BND sabe dónde y cómo localizarme".
