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Conde y Garro desviaron 100 millones de dinero negro a una cuenta del testaferro de Roldán

La investigación judicial de la Audiencia Nacional sobre Mario Conde y los ex administradores de Banesto ha descubierto el desvío de 100 millones de pesetas al ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán. El ingreso de esa cantidad se realizó formalmente a través de talones girados a una cuenta del testaferro de Roldán, Jorge Esparza, los años 1989 y 1991. Los pagos se hicieron con dinero negro, obtenido en la compraventa de locales a Banesto, materializada en los años 1989 y 1990, por el ex director general del banco Fernando Garro, con apoyo de Mario Conde.

La policía judicial, por indicación del juez instructor del caso Banesto, Manuel García-Castellón, mantuvo la semana pasada una reunión con la titular del Juzgado de Instrucción número 16, Ana Ferrer, y sus colaboradores a fin de infórmar del resultado de sus investigaciones.El lunes, asimismo, declararon ante el juez García-Castellón el empleado de Convergéncia i Unió y colaborador de los grupos, parlamentarios de la misma agrupación Albert Serra Hugas y el diputado de CiU por Barcelona en el Congreso de los Diputados Ramón Camp, en relación con un talón de 13,7 millones de pesetas transferido del Banco de Progreso a La Caixa de Pensions en 1989 con destino a la cuenta número 419/02/000285912, de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC), oficina de la calle Valencia de Barcelona.

Tanto Serra Hugas como Camp admitieron que se trató de una contribución política a CDC para las elecciones europeas de 1989. Ambos aseguraron que fue otro miembro del partido, apellidado Rosell, quien se encargó de gestionar la citada contribución o donativo. Rosell, según infomaron los declarantes al juez, ha fallecido.

Tanto esos 13,7 millones como los 100 millones desviados a la cuenta del testaferro de Luis Roldán en el Banco Bilbao Vizcaya, según informó la policía a la juez Ana Ferrer la pasada se mana, procedían de varias bolsas de dinero canalizadas hacia diversas, inversiones por el ex director general del Banco de Progreso, oficina principal de Madrid, en 1989 y 1990, Cándido Fernández Tendero.

La fuente de esas bolsas de dinero negro fueron seis operaciones de compra de locales comerciales y solares por parte de Banesto entre marzo de 1989 y diciembre de 1990. Fernando Garro era director general de servicios e inmobiliario del banco.

Fue él quien autorizó a pagar por las seis operaciones (Pinar del Rey, Fundadores 9, Mesejo, San Fernando de Henares, Azuqueca de Henares y López de Hoyos) algo más de 3.000 millones de pesetas a unos vendedores que, a su vez, cobraron, de acuerdo con el valor escriturado, mucho menos: 1.382 millones. La diferencia de 1.632 millones fue canalizada a través de múltiples talones al portador que abandonaron Banesto para ser compensados a través de dos oficinas urbanas del Banco de Comercio en Madrid.

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La operación de compraventa contó con la participación de un gran número de personas, alrededor de 100. El dinero negro generado con la diferencia entre lo escriturado y lo pagado realmente (1.632 millones) fue canalizado por el Banco de Progreso hacia inversiones en diferentes objetos y productos financieros. El director general, Fernández Tendero, un hombre que se ocupó personalmente de atender la cuenta bancaria de Mario, Conde en dicha entidad, realizó una serie de inversiones que, según las recientes investigaciones, también tuvieron un carácter irregular, con utilización de sociedades inexistentes y carnés de identidad falsos, según publicó el lunes Cinco Días.

Fuentes de la investigación indicaron a este periódico que el juez García-Castellón solicitó información al Banco Urquijo, entidad que absorbió el Banco del Progreso, sobre los documentos referidos a las citadas operaciones. La citada entidad contestó recientemente que se había detectado la ausencia de material en los archivos y múltiples irregularidades con la, documentación de las inversiones investigadas. El banco confirmó que el responsable de las operaciones había sido el ex director general citado. Fernández Tendero cesó en el Banco de Progreso en 1991 para ocupar el puesto de consejero. delegado de Bandesco, filial del grupo Banesto. [La juez Ana Ferrer practicó anteayer un registro en la sede del Banco Urquijo de la Gran Vía, de Madrid, para comprobar si fueron solicitados cheques con nombres falsos, informa Efe).

Uno de los más importantes canalizadores de talones al portador emitidos en Banesto en, cantidades de 100 y 150 millones de pesetas ha sido Tomás Allende Milans del Bogich, que podría haber manejado alrededor de unos 900 millones de pesetas. Allende y Milans del Bosch declarará ante el juez García Castellón la próxima semana.

Las seis operaciones de compraventa de locales han sido tipificadas por el fiscal Florentino Orti como apropiación indebida y / o estafa con falsedad en documento mercantil.

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