Precisiones

Le dirijo el presente texto por haber sido aludido en el artículo publicado el 28 de octubre de 1995, firmando BIanca Cía y Manel Pérez.1. No es cierto que "recopilaba información sobre Pujol", como dice el titular. Lo cierto es que era informado a diario de la agenda del presidente de la Generalitat para poder planificar los servicios de escolta y protección. Estos documentos fueron archivados, como todos los que tenían entrada en la dependencia, y jamás se "recopiló" en aquella oficina otro tipo de información respecto al molt honorable señor Jordi Pujol i Soley.

2. No es cierto que "Pujol destituyó al jefe de los Mossos d'Esquadra por considerarlo un topo del Cesid", como pregona la portada. Ya que ni el presidente de la Generalitat, ni la consejera de Gobernación, ni el director general de Seguridad Ciudadana, mis superiores en aquellas fechas y que lo siguen siendo hoy mismo (pues sigo destinado en el Departamento de Gobernación de la Generalitat de Cataluña), me manifestaron tal cosa ni lo han hecho con posterioridad, ni a mí ni a ningún medio público o privado que conozca. Añadido el hecho, que no me destituyó nadie sino que cesé a petición propia para ocupar otro destino, como figura en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, número 1.817, de 5 de noviembre de 1993, página 7.287.

3. Respecto a que dicho cambio, como se asegura afirmé, estuvo motivado por las diferencias de criterio con el señor Antoni Cruells i Rovira, tampoco es Cierto. Ya que la petición que cursé a la consejera de Gobernación fue posterior al cese por la misma del dicho director general; es obvio, pues, que la relación que con él pudiera mantener no me afectaba en absoluto. Ya que había sido cesado, por decreto del 14-9-93 al efecto, el día 20-9-93 ; y mi petición de cambio de destino fue cursada con fecha de 22 de octubre de,1993.

4.No es cierto que fuera relevado del cargo en enero de 1993, pues mi cambio de destino, por cierto sin relevo, como Cap del Cos de Mossos d'Esquadra se produjo cuando dejé de ser subinspector de la policía autonómica de la Generalitat de Cataluña; eso es el día 5 de noviembre de 1993, o sea, nueve meses más arde de lo que afirma el subencabezamiento de su noticia.

5. No es cierto que amenazara con expedientes a ningún agente que de mí dependiera, ni por el motivo mencionado en el artículo ni por ningún otro. Además de que con las únicas personas del Servicio de Escoltas con las que despaché los asuntos mencionados, fue con el entonces responsable de la misma o con sus ayudantes. He de decir que el trato que recibí de los mismos siempre fue correcto y que nunca se les ocurrió negarme ningún tipo de información respecto a nuestro servicio, cosa que de haber ocurrido, sin mediar ningún tipo de amenaza previa, habría corregido inmediatamente, como requieren los usos y costumbres de los cuerpos jerarquizados.

6.No es cierto que alguna unidad de los Mossos d'Esquadra "montó un mecanismo especial de seguimiento de los movimientos de su jefe operativo (yo mismo a la sazón)" como se asegura en su publicación. Ya que, segun preveían el Estatut d'Autonomia de Catalunya y mi nombramiento como Cap del Cos de Mossos d'Esquadra, firmado por el director general de Seguretat Ciutadana el 23-9-1988, vigente hasta la fecha de mi cambio de destino el 5-11-1993, todas las unidades estaban bajo mi mando y ello hubiera resultado absolutamente impensable e imposible, además de contrario a la ley, a menos que de manera reiterada y fuera del alcance de mis superiores hubiese estado cometiendo delito.

Por último, quiero aclarar que hechos como los ocurridos en el apedreamiento del coche oficial del presidente de la Generalitat de Cataluña en Santa Coloma de Gramenet, al mes de mi toma de posesión en el cargo de subinspector, o los acaecidos más tarde en Valls (Tarragona) ,contra el helicóptero que lo transportaba, este último con grave riesgo para su persona fueron para mí un acicate, dentro del sincero aprecio que siento por su persona y la lealtad que le profeso, para extremar la minuciosidad, meticulosidad y constancia con que hacía seguimiento de sus actividades públicas y en especial de sus desplazamientos; para salvaguarda de su persona y en beneficio de Cataluña. Cuestión que no es la primera vez que produce un grave quebranto de mi persona o imagen pública, pero cuyos efectos padezco con resignación, pues son inherentes a la responsabilidad que tuve la suerte y el honor de merecer por su parte-