El hipertenso, sujeto a cambio constante en su tratamiento
Casi uno de cada cuatro pacientes que acuden a la consulta para tratarse la hipertensión deben cambiar de tratamiento apenas pasado un mes desde su primera visita al facultativo. De forma, más general -tomando como referencia toda la duración, de la terapia, es decir, de por vida-, la cifra de modificaciones de la medicación prescrita es susceptible de elevarse al 70% de los enfermos.
Las causas fundamentales de este continuo movimiento de cajas en el armario de las medicinas son dos: la ineficacia del tratamiento y la aparición de efectos secundarios. Éstos son algunos de los datos de un informe elaborado por la Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arteria¡ (LELHA.), la Sociedad Española de Hipertensión (SEH) y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. El trabajo consiste en una encuesta entre pacientes y facultativos en España para evaluar las reacciones adversas y el uso de los antihipertensivos.
Si se considera que la incidencia de esta enfermedad afecta al 20% de la población adulta y. se tiene en cuenta que el control inadecuado de este problema se relaciona directamente con un riesgo mayor en las enfermedades cardiovasculares, cerebrales y renales, no es difícil entender el enorme coste sanitario que comporta su mal control.
Según datos del presidente de la LELHA, Pedro Aranda, el mercado farmacéutico movió en España 50.000 millones de pesetas en productos para combatir enfermedades cardiovasculares. Además, un 10% de los enfermos sufre incapacidad laboral permanente, y un 8,6%, transitoria.
Criterio de elección
Otro de los asuntos tratados en la encuesta hace referencia a los criterios seguidos por los profesionales para recetar un -antihipertensivo. En este apartado se observa que, a pesar de que la mayoría de los doctores siguen los criterios mayoritariamente aceptados, es mínimo el porcentaje que usa el perfil farmacológico, como criterio de elección.La interpretación que sobre este último punto ofrece el estudio es doble. Por un lado, puede obedecer a una buena información terapéutica, y por otro, directamente relacionado con los elevados cambios de tratamiento, cabe pensar en un excesivo empuje comercial de la industria farmacéutica. De hecho se constata que los medicamentos con un excelente perfil farmacológico y que están claramente indicados para muchas situaciones prescritos son en' muy pocos casos.
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