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Las novatadas son "para integrarse", según los veteranos

Antonio Jiménez Barca

Los estudiantes veteranos alojados en el colegio mayor Jiménez de Cisneros sostienen que las novatadas por las que tres estudiantes decidieron el pasado jueves abandonar el centro "son para integrarse".Una cincuentena de novatos tuvo que permanecer durante una hora la noche del jueves de pie en el pasillo central del colegio vestidos solamente con un albornoz. "Para conocerse", dicen los veteranos. La Universidad Complutense, de quien depende este colegio mayor, tiene completamente prohibidas las novatadas.

Según los estudiantes que viven desde hace años en el colegio mayor Jiménez de Cisneros, no se pueden entender las novatadas si no se reside en el centro. "Se dicen muchas tonterías; no pensamos que poner a la gente en el pasillo con un albornoz sea algo humillante. Muy pocos se quejan. Además, los chicos a los que no les gusta lo pueden decir y no les pasa nada", sostienen los veteranos.Estos estudiantes mantienen, además, que las novatadas son normales en el resto de los colegios mayores. "Aquí se hace esa presentación dentro del centro. En otros centros se sale a la calle y es mucho peor. Es conocido que en todos o en casi todos los colegios mayores hay cosas parecidas" decían ayer. Ninguno de los colegiales quiso decir el nombre, excepto Pedro, que manifestó que él se sentía "humillado" porque el colegial huido les había llamado "fascistas".

Una de las razones que esgrimen los veteranos para justificar este tipo de actividades es, además de conocerse, la de la obligatoriedad que tiene todo colegial de participar en las actividades del centro. "Aquí no se obliga a nadie a venir", manifestaba otro veterano. Para uno de los estudiantes que abandonaron el centro, E. R. C., de 18 años, la novatada "no tuvo nada de integrador; para mí hay otras maneras de conocer a la gente". "Lo que ellos llaman conocerse, para mí significaba tener que aprenderme de memoria los nombres, los apellidos y procedencia de los 150 colegiales. Eso era obligatorio", añade este alumno, que ahora vive en un piso.

"A un colegio mayor no se viene sólo a estudiar; se viene a integrarse con la gente", dice otro de los veteranos.

En un lugar destacado, en el vestíbulo del colegio mayor Jiménez de Cisneros, se podía leer ayer una notificación del vicerrectorado de alumnos de la Universidad Complutense en el que recuerda a los residentes en el centro que las novatadas están completamente prohibidas".

Este periódico intentó infructuosamente ayer por la mañana y por la tarde ponerse en contacto con el director del colegio mayor Jiménez de Cisneros, Ignacio Torres.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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