El Cesid creó en septiembre del 83 la 'red hurón' en el sur de Francia

En septiembre de 1983, un mes antes del inicio de la guerra sucia, el servicio secreto Cesid puso en marcha la Operación Sur de Francia, que se prolongó al menos hasta julio de 1988, un año después del último atentado de los GAL. Dicha operación consistió en la creación de una trama clandestina de agentes -con sus correspondientes pisos francos, empresas tapadera y confidentes- dedicados a captar información sobre ETA en su retaguardia francesa. La trama fue bautizada por el Cesid con el nombre clave de red hurón; palabra que, según el diccionario, designa tanto al pequeño mamífero especializado en la caza de conejos como a la "persona que averigua y descubre lo escondido y secreto".Fuentes próximas al Cesid aseguran que, en contra de lo que han declarado ante Garzón algunos de los implicados en el caso GAL, sus agentes jamás partiparon en acciones de guerra sucia, aunque admiten que algunas de sus informaciones fueron utilizadas en atentados contra ETA.

El Cesid, que contaba con un representante en las reuniones semanales del Mando único de la Lucha Contraterrorista (MULC), ponía sobre la mesa datos obtenidos por la red hurón. Dos de los máximos dirigentes del MULC de entonces, Julián Sancristóbal y Francisco Álvarez, han reconocido ahora su implicación en los GAL.

Otras fuentes sostienen, sin embargo, que la infraestructura creada por el Cesid en Francia fue utilizada para los atentados de los GAL. Esta tesis tropieza, sin embargo, con la rivalidad entre los distintos servicios Implicados en la lucha contra ETA.

La red hurón recibió un duro golpe el 18 de abril de 1984, cuando cuatro agentes del Cesid que regresaban de Burdeos (Francia) fueron detenidos por la Policía en la estación ferroviaria de Chamartín (Madrid). La identidad de los cuatro -un capitán de Infantería, un sargento del Ejército del Aire, un guardia civil y una funcionaria- fue difundida por la prensa.