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GUERRA EN LOS BALCANES

Clinton anuncia el alto el fuego en Bosnia para el martes

Las partes en conflicto se reunirán el 25 de octubre en EE UU, para preparar una conferencia de paz en París

Antonio Caño

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, robustecido en su papel de campeón de la paz, anunció ayer el acuerdo que podría poner fin a la guerra en la antigua república yugoslava de Bosnia-Herzegovina. La mediación de la diplomacia norteamericana ha conseguido establecer un calendario preciso que conduce hacia la celebración de conversaciones preliminares de paz en el plazo de 20 días. Bill Clinton tomó precauciones al advertir que "ciertas condiciones tienen que cumplirse" todavía para acabar con la sangría que ha asolado esa región de los Balcanes durante casi cuatro años, pero mostró s satisfacción por el hecho de que los combatientes hayan por fin decidido "bajar las armas y arremangarse para trabaja por la paz".

"Las partes en Bosnia han acordado un alto el fuego que acaba con toda actividad militar hostil en el territorio de Bosnia-Herzegovina a partir del próximo día 10 de octubre, si se cumplen ciertas condiciones. Al mismo tiempo, los Gobiernos de Bosnia, Croacia y Serbia- han decidido aproximarse en conversaciones de paz en Estados Unidos, empezando el 25 de octubre, lo que los sitúa cerca de un acuerdo de paz", declaró Bill Clinton en una imprevista intervención en la Casa Blanca.Poco antes, su emisario especial para Bosnia, Richard Holbrooke, le comunicase que el compromiso tanto tiempo esperado había llegado por fin. Fue ese, sin duda, el momento de mayor triunfo conocido por la política exterior de esta administración demócrata.

"Sigue habiendo grandes divisiones por superar", advirtió Clinton. "Estamos en la dirección correcta, pero esto no significa de ninguna manera que hayamos alcanzado nuestro destino, que no es otro que una seria y definitiva paz en Bosnia", añadió.

Ese objetivo debe empezar a consumarse en la cumbre que las partes enfrentadas celebrarán en 11 un lugar aislado de la costa este de Estados Unidos", según reveló ayer un alto responsable estadounidense a la agencia France Presse. A la cita del 25 de octubre acudirán los presidentes de Bosnia, Alia Izetbegovic; Croacia, Franjo Tudjman, y Serbia, Slobodan Milosevic.

Esa cumbre será el embrión de una conferencia internacional de paz que tendrá lugar a continuación en París. No ha sido establecida fecha para esa conferencia, porque eso dependerá de los acuerdos que se tomen en Estados Unidos.

Misión de la OTAN

A partir del próximo día 10, serán las Naciones Unidas, y no la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), quienes se encarguen de la vigilancia del alto el fuego.

La misión de la OTAN, que intervendrá con un contingente de alrededor de 70.000 hombres, sólo empezará ' según explicó el funcionario del Consejo Nacional de Seguridad, una vez que se haya firmado la paz definitiva, lo que se espera que podría ocurrir en un plazo máximo de dos meses.

Las "ciertas condiciones" a las que se refirió Clinton, según la misma fuente, son la reanudación del servicio de luz eléctrica y gas en la ciudad de Sarajevo. Si esos servicios no han sido establecidos para el día 10, el alto el fuego entrará en vigor un día después del cumplimiento de esa condición.

Este acuerdo no elimina, según el funcionario norteamericano, la amenaza que la OTAN mantiene contra los serbios de bombardear aquellas unidades y equipos militares que sobrepasen ciertos límites territoriales. Esa amenaza sólo será levantada cuando las partes alcancen un compromiso sobre la paz definitiva, probablemente después de la reunión de Washington. A esa cita acudirán también representantes de los países que integran el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania), aunque no está decidido aún el nivel de las representaciones.

Alexander Vershbow, un funcionario del Consejo Nacional de Seguridad, explicó que el concepto de "finalizar las actividades militares hostiles" incluye "todas las operaciones ofensivas, las actividades de reconocimiento y patrullaje, los disparos de armas ofensivas, incluidos los francotiradores, la colocación de nuevas minas y la creación de barreras y obstáculos adicionales" El funcionario norteamericano aseguró que el intercambio de prisioneros está también previsto en este acuerdo, aunque no ofreció detalles sobre cómo se llevará a cabo.

La base constitucional de este alto el fuego es el compromiso del pasado 26 de septiembre en Nueva York, que prevé la creación de un Estado soberano en Bosnia con dos entidades autónomas, una bajo control serbio y la otra controlada por una federación bosnio-croata.

El jefe del equipo negociador estadounidense, Richard Holbrooke, voló ayer desde Zagreb a Roma, donde celebró en la noche pasada una cena de trabajo con el representante de la Unión Europea (UE), Carl Bildt; responsables del Grupo de Contacto y los ministros Exteriores de Italia y España. Javier Solana, responsable de la política exterior del país que encabeza este semestre la UE mostró ayer su "honda satisfacción" por el alto el fuego acordado.

El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, se felicitó del cambio de rumbo en Bosnia-Herzegovina. Es un hecho "muy favorable" y muy significativo, señaló. El canciller alemán, Helmut Kohl-, dio la bienvenida al acuerdo de alto el fuego inspirado por Washington e hizo un llamamiento para que las partes enfrentadas mantengan su palabra. Kohl expresó su confianza en que lo logrado hasta ahora permita avanzar hacia "una paz definitiva entre los contendientes en la antigua Yugoslavia". El ministro de Exteriores británico, Malcolm Rifkind, por su parte, advirtió contra un "optimismo desbordado" en los Balcanes, aunque estimó que "la larga agonía de la guerra bosnia podría muy bien termina".

La actuación de Estados Unidos, que asumió la iniciativa después de que hubieran fracasado todos los intentos de mediación conducidos por los países europeos, ha sido decisiva para colocar el conflicto de Bosnia al borde de una solución. Eso, unido a los avances recientemente obtenidos en la negociación para la paz en Oriente Próximo, han modificado drásticamente la impresión de la política exterior norteamericana.

Lo que hasta hace poco parecía una Administración a la deriva, moviéndose al arbitrio de los acontecimientos mundiales, aparece ahora como un Gobierno que ejerce con solidez su papel de liderazgo internacional. Ese cambio, que se produce justo en el inicio de la campaña electoral. norteamericana, podría ayudar a Bill Clinton a recolectar los votos que necesita para su reelección.

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