Unos 150 miembros de las cuadrillas forestales toman durante cuatro horas la Agencia de Medio Ambiente

"Con presiones, no negocio", dijo ayer en una reunión con los sindicatos el viceconsejero de Hacienda, José Manuel Barberán. Poco después, 150 miembros de las cuadrillas forestales tomaron al asalto la sede de la Agencia de Medio Ambiente en respuesta a sus palabras.

Y es que el viceconsejero estaba negociando con los sindicatos, en el edificio de la calle de la Princesa, la posible renovación de los contratos, de 333 miembros de las cuadrillas forestales. El contrato de estos traba adores se había extinguido el pasado día 30 de septiembre.

Los forestales exigían que la Comunidad se comprometiese a contratarlos de nuevo el próximo 1 de enero. Desde 1983, la AMA les hace contratos de verano. Este año se les alargó »algunos meses más dada la grave situación dé sequía que sufren los bosques madrileños.

Apoyo político

Como las conversaciones estaban rotas y los miembros de las cuadrillas no querían marcharse, llegaron la policía y los políticos. El. secretario general del grupo parlamentario Socialista, Juan Anionio Ruiz, cuyo despacho se sitúa en el mismo edificio que la AMA, aprovechó la revuelta para dirigirse a los trabajadores: "Con el PSOE no hubiera pasado esto, porque nosotros teníamos dinero para vosotros. El PP se lo ha gastado en otras cosas y ahora no os puede contratar Nuestros parlamentarios preguntarán al Gobierno regional por qué no se os prorrogará el contrato". Y sé fue entre vítores.Mientras tanto, unos veinte agentes de la Unidad de Intervención de la Cuerpo Nacional de Policía seguían la escena con tranquilidad.

"Tenemos ordenes de la AMA de no desalojar a los trabajadores; y aquí estamos a ver qué pasa", comentaron. A las seis de la tarde, el viceconsejero abandonó el edificio rodeado, por la policía. Insultos o improperios.

Los trabajadores siguieron esperando que algún representante de la Comunidad les diese una esperanza. A las nueve de la noche, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, se puso en contacto telefónico con los representantes sindicales. Les prometió una nueva reunión el próximo sábado. Los sindicalistas le creyeron y pidieron a los trabajadores que se marcharan.

Estas personas, cuyo trabajo consiste en limpiar y mantener los bosques de la región, sólo viven de los contratos temporales que la Agencia de Medio Ambiente les ofrece desde hace 13 años. Nunca han tenido un contrato fijo. Y ya están hartos de tanta espera.