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Un consejero del PP propone privatizar una cadena de TVE

La subvención a RTVE en 1996 cubre el 22% de los gastos

El pasado lunes, cuatro consejeros de RTVE abandonaron la reunión del consejo. En ese momento se votaba el presupuesto para 1996, que el Gobierno había aprobado tres días antes sin esperar al trámite de escuchar el pronunciamiento del consejo de administración. Ese incidente ha minado aún más la posiblilidad de alcanzar algún consenso. Con el plan estratégico fuera de juego por falta de recursos y de acuerdos políticos, uno de los consejeros del PP, José Vila, presentó un proyecto que contempla la privatización de una de las dos cadenas de TVE.Vila es un abogado, inspector financiero del Estado (en excedencia), que mantiene un despacho especializado en temas fiscales. Asegura haber presentado "atítulo individual" el mencionado proyecto de privatización de una de las cadenas públicas. A pesar de esa cautela, no deja de ser un plan surgido del seno del Partido Popular. El director general de RTVE, Jordi García Candau, valoró ese hecho en su comparecencia parlamentaria del mércoles pasado, al decir que ésta es la primera vez, desde que se constituyó el actual consejo, que alguien del PP presenta una propuesta, en lugar de limitarse a la oposición sistemática al plan estratégico de la dirección de RTVE.

El consejero Vila propone que existan sólo dos cadenas públicas en España. Una estatal -en lugar de las dos actuales de RTVE- y otra formada por las televisiones de todas las autonomías. No sólo es partidario de privatizar una de las dos cadenas, sino de vender los centros regionales de RTVE a las comunidades autónomas que carecen de televisión propia en la acutualidad.

La Primera

El documento en cuestión no precisa cual de las dos cadenas de TVE deberían ser privatizadas. Verbalmente, Vila cree conveniente proceder a esa operación con La Primera y todos sus espacios de gran audiencia. En todo caso, la cadena que permanezca bajo gestión estatal debería prescindir de culebrones, realitys y concursos-espectáculo. Y debería potenciar el cine, las series históricas, los informativos y los programas culturales.

Al autor de esta propuesta no le parece preocupante que, con tales medias, la televisión pública pueda bajar al 18% de la audiencia, es decir, algo menos la mitad de la que actualmente consiguen las dos cadenas de TVE.

En cualquier caso, ni el plan estratégico de García Candau, ni el documento personal de Vila, constituyen algo más que sendas propuestas encima de la mesa de un consejo de administración de RTVE completamente dividido.

La realidad inmediata es que, de acuerdo con las cifras incluidas por el Gobierno en su proyecto de Presupuestos del Estado, sólo el 22% de los gastos totales -previstos para 1996 en 187.000 millones de pesetas- procederá de la subvención pública, dado que RTVE sólo recibirá por este concepto 22.317 millones de pesetas (un 15% menos que la subvención recibida en 1995). RTVE estima ingresar 74.300 millones por publicidad y venta de programas.

El resto del dinero necesario para mantener el funcionamiento de RTVE tendrá que salir de nuevos endeudamientos, para cubrir las más que previsibles pérdidas. Un escenario distinto del propuesto por García Candau, que contemplaba una subvención para gastos de explotación de 106.000 millones.

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