Bruselas y Rabat han negociado en secreto durante una semana sobre el acuerdo pesquero
La Comisión Europea y el Gobierno de Marruecos interrumpieron el lunes sus discusiones sobre el acuerdo pesquero. Durante una semana se ha producido una auténtica ronda negociadora, con encuentros secretos de alto nivel, presentada como "meros contactos técnicos". No sólo han intervenido funcionarios, sino incluso el ministro de Pesca marroquí, Mustafá Sahel, y la comisaria de Pesca de la Urdón Europea (UE), Emma Bonino. Resultado: aproximaciones notorias, pero también notorias discrepancias. "Las diferencias son aún sensibles" reconoció ayer el ministro español del ramo, Luis Adenza.
La séptima ronda oficial se convocará cuando existan garantías de que "sea la definitiva" y "no se vea abocada al fracaso", manifestaron tanto Atienza como el portavoz de Bonino. Es decir, cuando queden flecos pequenos, flequillos, por acordar. Por eso será, en realidad, la, confirmación de los aduerdos que alcancen antes en el más estricto secreto. La discreción se ha pactado para evitar intromisiones de los contrarios al acuerdo, entre ellos el poderoso primer ministro marroquí, Abdelatif Filali, y para que cada parte disponga de mayor margen negociador.Este mismo secreto ha rodeado la semana, que registró una reunión de alto nivel el pasado domingo, en el Sablon bruselense, entre Bonino y Sahel, desplazado al efecto. Ahora ambas partes se han dado una "pausa biológica", según el portavoz de Bonino, para reflexionar y pulsar sus propios márgenes de maniobra. La Comisión Europea la aprovecha, para discutir con los Estados miembros, cosa que hicieron ayer Emma Bonino y Luis Atienza.
Desbloqueo
Aunque las diferencias son importantes, la actual pausa no viene rodeada por el nefasto clima que se produjo cuando se paralizó la sexta ronda, el 28 de agosto. Entonces, la Comisión rompió la baraja al constatar que Filali había desmentido el propósito de firmar enseguida un acuerdo con reducciones de capturas, cercanas al 30%, expresado por su ministro de Pesca en la reunión secreta celebrada por Sahel y Bonino el 20 de julio en Ginebra. Y que había demostrado falta de voluntad negociadora, al proponer exigencias inaceptables.
La visita de Bonino al rey Hassán Il el pasado día 13 inició el desbloqueo. Filali, militante contra el acuerdo, quedó apartado. Sahel, partidario del pacto, recuperó protagonismo. Marrúecos, al constatar la decisión comunitaria de no firmar el acuerdo de asociación, -el que le abrirá el grifo de las grandes ayudas- sin llegar paralelamente a un pacto digno en pesca, empezó a mostrar interés en negociar. Pero dejó establecido que, aunque sería flexible, entendía el acuerdo de pesca como un paso, hacia una verdadera e irreversible reconversión de la flota europea. Y solicitaba garantías expresas.
La semana de negociaciones abierta entonces ha concluido así con aproximación de posturas. Pero insuficiente, de momento, para abrir inmediatamente otra ronda pública. Los desacuerdos más importantes se refieren a capturas, embarque y compensaciones.
- Capturas. Las posiciones están próximas en las de palangre, que afectan sobre todo a los 44 barcos portugueses: Rabat' pretende unas reducciones, de entre el 25% y el 30%, y Bruselas, la mitad. Rabat es flexible in arrastre norte. Ambos sectores dan vi da a la mayor parte de la flota y delos 8.000 pescadores afectados. Así, el problema social inmediato, arguyen los marroquíes, sería asumible Por España. Donde las posturas están encastilladas es en cefalópodos (pulpos, calamares ... ), pescados por sólo 120 barcos pero que son los más rentables y disponen de un mercado mundial (Japón). Marruecos exige una reducción del 45% (inicialmente era del 65%) y España no quiere asumir nada por encima del 351//0 (la posición europea era del 25%), quízá por temor a que la cifra final sea lo que enturbie la venta pública del acuerdo: aunque fuera aceptable en general, sería muy criticado políticamente por este dato.
-Embarque y duración. kabat pide que el acuerdo rija por tres años. España y la Comisión proponen cuatro sin revisión al tercero, a diferencia del último acuerdo. Rabat quiere que, al final del periodo, el 1000/o del pescado capturado se desembarque en sus puertos, a lo que sus interlocutores se niegan.
-Compensaciones financieras. Teoricamente, a menos pesca debería corresponderle menores ayudas financieras de la VE. Pero no será así. La discusión parte de mantener el montante suscrito en el anterior acuerdo, 102 millones de ecus anuales (más de 16.000 millones de pesetas). Pero entre bastidores los marroquíes barajan cifras que triplicarían largamente esa cantidad. Difícilmente, los 15 Estados miembros apoyarían algo así, con el agravante de que esa cantidad subvencionaría las exportaciones marroquies a la UE niveles muy alejados a los del mercado.
Por otra parte, el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Atienza, renovó ayer su compromiso de adelantar a los pescadores las ayudas adicionales previstas por la Comisión. "Si no se decide este viernes, será en el siguiente Consejo de ministros", dijo. El ministro español subrayó que hace falta más diálogo y más negociación" y que "todos tenemos voluntad negociadora".
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