Mostachos y proclamas
El mostacho a lo Zappa de Yosi, vocalista y líder de la pandilla gallega de Los Suaves, anunció que, por ser concierto especial, esta vez no iba a sostener la guitarra entre las manos. De esa forma, señaló, hablaría más de la cuenta entre tema y tema. Poco duró tal propósito: al poco ya se había colgado las seis cuerdas. Si la actuación era especial fue porque tenía lugar en un estudio discográfico. Mientras Los Suaves ponen a punto las mezclas de una grabación efectuada en Santoña (Cantabria), decidieron que el doble compacto resultante de todo ello no era material suficiente para cubrir tres lustros de escenario. De manera que se montan un festejo especial con objeto de ampliar a tres discos compactos la obra recopilatoria. Nada de acústico al uso, electricidad neta e invocaciones a uno de sus tótemes musicales, Thin Lizzy.La escudería Esan Ozenki, la marca autogestionada de Negu Gorriak, desembarcó en Madrid con una representación significativa de los resultados (notables) que viene obteniendo en ese camino de Juan Palomo. Abrió la noche el grupo eibarrés Su Ta Gar. Su repertorio, interpretado íntegramente en euskera, supo a reiterativo y plomizo. Cierto es que la ejecución fue sólida, pero los esquemas planteados estaban muy parejos con el heavy metal más ortodoxo por mucho que en sus discos ofrezcan una impresión más acorde con los tiempos.
Como la extensión internacional de este sello guipuzcoano está alcanzando, por la vía del intercambio, conexiones lejanas, en esta gira debuta el tombo argentino Todos Tus Muertos. Con ellos el colorismo musical ganó muchos enteros en el escenario de Canciller. Fusión de hoy día con fuerte presencia de reggae, veleidades populistas como Guantanamera, aunque también inopinadas expulsiones de hardcore.
Cuando Negu Gorriak tomó el relevo, sus himnos de resistencia y lucha, que componen la práctica totalidad de su catálogo, encontraron una respuesta inmediata y unánime. Los conciertos dé esta formación pueden ser tachados de mitineros, pero es indiscutible que el oficio de Fermín Muguruza y su gente es toda una garantía en lo musical, donde el entrelazado de estilos se resuelve sin guiños forzados.
Babelia
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