Garzón comunica personalmente a Perote y Manglano que no pueden salir de España

El juez Baltasar Garzón notificó ayer al teniente general Emilio Alonso Manglano, ex director del Cesid, y al coronel Juan Alberto Perote, ex responsable de la Agrupación de Acción Operativa del centro, el auto por el que les considera colaboradores de los GAL y en el que acuerda varias medidas cautelares contra ellos, como la prohibición de abandonar el territorio nacional y la obligación de comparecer quincenalmente en la Audiencia Nacional. Además, Perote deberá comparecer el próximo lunes, a las 11 horas, ante el juzgado togado militar central número 1 para prestar declaración sobre los nuevos documentos secretos difundidos por El Mundo y que presuntamente formaban parte de las microfichas sustraídas por el ex espía.

El abogado de Perote, Jesús Santaella, anunció ayer que recurrirá el auto de Garzón en el que éste considera que los dos ex responsables de los servicios secretos realizaron entre 1983 y 1986 una serie de acciones para favorecer las actividades terroristas de los GAL. El general Emilio Alonso Manglano ya anunció el jueves pasado que su defensor presentaría recurso contra la decisión de Garzón. El letrado de Manglano, Luis Rodríguez Ramos, entiende que su cliente nada tiene que ver con el atentado contra la cafetería del Hotel Monbar de Bayona, ocurrido el 25 de septiembre de 1985, en el que resultaron muertos cuatro etarras, hecho que se investiga en el sumario en el que Garzón ha dictado esta resolución.Las comparecencias de los dos militares en el juzgado fueron breves. Manglano y Perote no coincidieron en las dependencias judiciales, puesto que Perote llegó a las 11 de la mañana, mientras que Manglano lo hizo a las 13.30 y accedió al edificio por el garaje, en un coche de cristales tintados.

Las medidas adoptadas por Garzón no han supuesto la retirada de los pasaportes de los militares, aunque se ha dado informado a los puestos fronterizos, puertos y aeropuertos de la prohibición de abandonar el país que afecta a Manglano y Perote.

De nuevo ante el juez

Por otro lado, Perote deberá comparecer el lunes de nuevo en el juzgado togado para declarar por la sustracción de documentos del Cesid. El juez militar Jesús Palomino, que instruye el sumario por la desaparición de informes clasificados del servicio secreto, atendió ayer la Petición del fiscal castrense, Luis Jáudenes, para que llame a declarar al coronel, en arresto domiciliario desde que abandonó la cárcel el pasado 15 de julio.

Fuentes del Ministerio de Defensa manifestaron ayer que la iniciativa de solicitar la comparecencia de Perote partió del fiscal militar, aunque el ministro Gustavo Suárez Pertierra estaba de acuerdo con la misma. Al término de la declaración, el juez Palomino podría decidir el reingreso en prisión del antiguo directivo del Cesid, si considera que las circunstancias que motivaron su salida del centro penitenciario militar de Alcalá de Henares (Madrid) se han modificado.

El juez revocó la prisión incondicional de Perote después de que el Tribunal Militar Central confirmase su procesamiento por sustracción de documentos clasificados pero, en cambio, retirara la acusación de revelación de secretos que afectan a la seguridad nacional. El tribunal estimó que los documentos publicados entonces por El Mundo, relativos a la escucha de conversaciones privadas, aunque hubieran sido filtrados a la prensa por Perote, no afectaban a la seguridad nacional, por lo que no cabía imputarle dicho delito.

El procedimiento abierto en la jurisdicción castrense contra el coronel Perote avanza con extraordinaria rapidez y la vista del juicio oral podría quedar fijada para los próximos meses. Recientemente, la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo exoneró de cualquier responsabilidad al ex director general del Cesid, Emilio Alonso Manglano, al estimar que no cabe atribuirle negligencia por la sustracción de documentación secreta que realizó su antiguo subordinado.

Tanto Manglano como Perote están imputados por un presunto delito de colaboración con banda armada en el sumario del caso Monbar, que instruye el juez Garzón en el Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, y donde ayer comparecieron para que les fueran notificadas las medidas cautelares adoptadas contra ellos.

El ex director del servicio secreto y su jefe de operaciones figuran igualmente como imputados en las diligencias que se siguen en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid por las escuchas de un importante número de conversaciones privadas realizadas por el Cesid.

Tras la ruptura de las conversaciones con el abogado de Conde y Perote, Jesús Santaella, el Gobierno mantiene su propósito de llegar a un acuerdo separado con el espía para que devuelva los documentos sustraídos del Cesid. Ayer, sin embargo, antiguos compañeros del agente secreto se mostraban escépticos. "Perote le teme más a Conde que a nosotros", alegaban.