Alto el fuego a cambio de luz, gas y agua
El Gobierno bosnio sigue sin aceptar el alto el fuego solicitado por los serbobosnios en la zona de Sarajevo como contrapartida a la retirada de todo el armamento pesado y la apertura del cerco a la capital. Convencidos de que ahora tienen la sartén por el mango y de que les apoya la misma comunidad internacional que durante más de 40 meses hizo oídos sordos a sus desgracias, los bosnios parecen decididos a sacar a la coyuntura actual el máximo provecho y exigen a los serbios la reanudación del suministro de gas, energía eléctrica y agua como condición para aceptar el alto el fuego.Haciendo gala de su nueva posición, la artillería bosnia disparó en la madrugada de ayer cuatro granadas de mortero desde el centro y el oeste de la capital contra los distritos de Vogosca e llidza, habitados por serbios. El ataque se produjo a pesar de que el Ejército bosnio recibió instrucciones precisas dé las Naciones Unidas y de la OTAN de que no realizase acción agresiva alguna durante los seis días de plazo concedidos a los serbios para que retirasen el armamento pesado con el que martirizaban a la sitiada Sarajevo.
Complicar el proceso
Fuentes diplomáticas señalan que los disparos con morteros a menos de un día de cumplirse el ultimátum dado a los serbios podría estar encaminado a buscar una réplica del ene migo con el fin de complicar el proceso hacia la paz que se desarrolla en estos días. De hecho, horas después, las fuerzas serbobosnias dispara ron desde el distrito de Vogosca, norte de Sarajevo, dos misiles portátiles SA-7 tierra aire contra un avión de vigilancia de la OTAN. El teniente coronel Chris Vernon, por tavoz de la ONU, calificó de "provocadora" la acción serbia.
Mientras, el jefe civil de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia, el diplomático español Antonio Pedauyé, viajó a Pale, capital de la autoproclamada república serbia de Bosnia, para reunirse con el presidente del parlamento serbobosnio, Momcilo Krajisnik, y estudiar las posibilidades de alcanzar alto el fuego, calificadas de "difíciles" por un portavoz de Unprofor.
Sin embargo, todos coinciden en que éste es el momento óptimo para llegar a cualquier acuerdo. En Sarajevo reina la calma, los aviones con ayuda humanitaria aterrizan sin dificultad en el aeropuerto local y siguen abiertas tres carreteras de acceso a través del territorio bajo control serbio, condiciones todas imprescindibles para alcanzar el cese de hostilidades. Además, hoy, en el aeropuerto de Sarajevo, se realiza el primer intercambio de prisioneros desde hace seis meses, con 16 hombres de cada bando.
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