La OTAN anuncia el fin de los bombardeos
Las Naciones Unidas y la OTAN anunciaron anoche que la reanudación de los bombardeos sobre posiciones serbias en Bosnia no era "necesaria en estos momentos". Ambas reconocen que los serbobosnios han cumplido las cuatro condiciones impuestas: retirada de las armas pesadas a 20 kilómetros, de Sarajevo, reapertura del aeropuerto de la capital, libertad de tránsito humanitario en la ruta de Kiseljak y garantías de que las zonas seguras no serán atacadas. Tanto la ONU como la OTAN advierten a los serbobosnios que los ataques se pueden reanudar en cualquier momento si fuera necesario.
La Operación Fuerza Deliberada, que desde el 30 de agosto y hasta hace sólo seis días, laminó las defensas antiaéreas y el sistema de comunicaciones serbio en Bosnia, ha terminado. La primera acción militar de la OTAN desde su fundación, a parte de pequeñas incursiones anteriores en Bosnia, se ha saldado con éxito. El vuelco militar en el centro de Bosnia, donde croatas y musulmanes han recuperado más del 20% del territorio, deja abierta ahora la puerta de las negociaciones, desde un plano de igualdad militar.El mismo Gobierno bosnio se dio por satisfecho con el grado de cumplimiento del ultimátum occidental por parte de los los serbios de Bosnia. Según un portavoz gubernamental, los serbobosnios aceptaron retirar, como les exigió el general Rupert Smith, jefe de la Fuerza de Protección de la ONU (Unprofor) en Bosnia, todas las armas de calibre superior a los. 76 milímetros, lo que significa que también sacaron de la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de Sarajevo todos sus carros de combate, incluidos los T-34, armados con un cañón de 76 milímetros, y sus morteros. El acuerdo firmado con el enviado norteamericano, Richard Ho1brooke, situaba el listón de la exclusión en 82 milímetros.
El general Janvier y el almirante Smith supervisaron personalmente en el mismo Sarajevo el repliegue del armamento serbio. Seis equipos de inspección de las Naciones Unidas les ayudaron en su tarea. Su llegada al aeropuerto de la ciudad estuvo rodeada de unas impresionantes medidas de seguridad, no en vano ellos fueron los que ordenaron los bombardeos de la OTAN sobre las posiciones serbobosnias, parte de las cuales lindan con el aeropuerto de Sarajevo.
Armas pesadas
Los serbobosnios cercaban Sarajevo con 340 armas pesadas. El 80% de las mismas había sido retirado en la mañana de ayer. Con ello obtenían el compromiso de que no se reanudarían los bombardeos de la OTAN.
Mientras, y a pesar de las promesas efectuadas por Sarajevo y Zagreb de frenar su ofensiva en Bosnia central y occidental, la artillería croata castigó con dureza a los serbios en los alrededores de Bosanski Novi, y apoyó al Ejército bosnio en el sitio de Prijedor, la última ciudad de la zona que permanece en manos serbias y que actúa como muro de contención de Banja Luka. También se ha producido un intenso bombardeo de la Armija bosnia (de mayoría musulmana) sobre la localidad de Doboj, aún bajo control serbio.
Envalentonado por las conquistas de estas dos semanas -más del 20% del territorio bosnio-, el Gobierno de Sarejevo ha enviado una carta al Consejo de Seguridad en la que exige la desmilitarización de Banja Luka para respetar la integridad de la ciudad y de sus habitantes. "Después de la desmilitarización de la ciudad, los derechos y la seguridad de todos los habitantes serán garantizados y el Ejército bosnio no realizará más acciones contra ella", señala la carta entregada por el embajador bosnio ante las Naciones Unidas.
Seguiremos, aquí, al pie del cañón, nos defenderemos y derrotaremos a croatas y musulmanes", declaró el jefe del Estado Mayor serbobosnio, Manojlo Milovanovic, que aseguró que estaba dispuesto a defender Banja Lulca "hasta el último hombre". Milovanovic reiteró el desmentido de que existe un pacto con Croacia para entregar Banja Luka. Sin embargo, cada día son más las voces que claman que es imposible semejante avance militar sin un acuerdo político.
Los que dudan que el espectacular avance croata-musulmán sea un golpe de suerte aseguran que han sido necesarias tres condiciones para explicar la desbandada serbobosnia: un acuerdo "más o menos secreto" entre Belgrado y Zagreb, un apoyo extranjero y el consentimiento, al menos tácito, de la comunidad internacional. A estos tres factores corresponde ahora "el decidir la suerte de Banja Lulca".
El presidente de Bosnia, Alia Izetbegovic, que se encuentra de visita oficial en Londres, declaró, tras entrevistarse con el primer ministro británico, John Major, que un acuerdo de alto el fuego pasa por una "solución para Banja Luka, la apertura de una ruta hacia Gorazde y la apertura de la carretera hacia Sarajevo".
Al menos 20.000 personas se han refugiado en las dos últimas semanas en Banja Luka y otros 50.000 se encuentran dispersos en la periferia de la ciudad, que ya sufrió el primer gran flujo de refugiados hace dos meses, tras la espectacular caída de Krajina en manos del Ejército croata.
"Una vez más, la ONU exhorta a los Gobiernos croata y bosnio a cesar toda actividad militar en la región para no agravar la crisis y poner en peligro el proceso de paz en curso", repitió anoche el portavoz civil de Unprofor, Alexander Ivanko.
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