La oposición de Guinea Ecuatorial proclama su victoria en las elecciones muncipales

La Plataforma de Oposición Conjunta (POC) proclamó ayer su victoria en las elecciones municipales celebradas el pasado domingo en Guinea Ecuatorial. A pesar de las numerosas irregularidades, Plácido Micó, coordinador general de la POC, aseguró que con los datos de sus interventores la victoria de la coalición que se enfrentaba al partido del presidente Teodoro Obiang es "clara y contundente". Obiang, en unas afirmaciones que encierran una calculada ambigüedad, declaró: "No se puede tener miedo a la derrota en un proceso de democratización".

"El resultado es del pueblo de Guinea Ecuatorial, cualquier resultado bueno o malo es del pueblo", añadió el dictador guineano, anticipándose a una posible derrota de la fuerza política que le respalda al frente del Gobierno, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE).Según los datos recogidos por los interventores de la oposición, tras el escrutinio del 90% de los votos en Malabo, la POC obtiene el 57% de los votos, el PDGE el 27,8% y la Unión Popular (UP), partido conservador con miles de simpatizantes y presidido por Andrés Moisés Maba Adá, 12,7%. En Bata, la capital continental, y con el 65,5% del voto escrutado, la POC se lleva el 63,57%, el PDGE el 31,8% y la UP el 9,15%.

La POC iba camino de arrasar en el distrito de Acurenam, también en el continente, ya que con el 30% de los votos obtenía un porcentaje de 85,5% frente a un 10% para el PDGE. Por el momento, el único lugar en el que el partido de Obiang se alzaba claramente con la victoria era en Banney, distrito de la isla de Bioko (la antigua Fernando Poo, donde se encuentra Malabo), en la que después de que fueran escrutadas 12 de las 13 mesas, el PDGE obtenía 502 votos y la Plataforma de Oposición Conjunta, 326.

Para Plácido Micó, con los resultados que había al atardecer de ayer, se puede determinar que "la oposición ha ganado de forma clara y contundente", por lo que el Gobierno "debe reconocer los resultados, ya que no ha podido contener el impulso democratizador del pueblo guineano y su manifiesto deseo de cambio".

El coordinador de la POC relacionó el volumen de voto de transeúntes (no censados en Malabo) que se registró en algunas mesas de la capital con los mejores resultados del partido de Obiang. Sin embargo, "si el Gobierno da por buenos estos resultados", subrayó Micó, "a pesar de que el voto del PDGE está claramente hinchado, la Plataforma de Oposición Conjunta se considerará satisfecha y no impugnará las elecciones".

La Embajada de España en Malabo indicó que aunque los incidentes fueron numerosos, "se trató de sucesos aislados, algunos protagonizados por elementos del Gobierno, como el robo de la urna o el intento de prender fuego a otra. Fueron desmanes cometidos por agentes del Gobierno, sin que se pueda hablar de una campaña organizada". Además de problemas con las listas del censo -una parte de ellas fue hecha pública el mismo día de los comicios-, la Junta Electoral Central, presidida por el ministro del Interior, Julio Ndong, uno de los personajes más poderosos y temidos del régimen, emitió el mismo día de las elecciones una insólita nota en la que declaraba "ilegal" la tinta indeleble comprada por los donantes (España, Francia, Estados Unidos y Naciones Unidas).

"La jornada electoral se desarrolló mucho mejor de lo que cabía esperar" declaró ayer José María Otero, embajador de España en la capital ecuatoguineana. "En general, y salvo excepciones, se votó con mucho orden, disciplina y entusiasmo, y la jornada del domingo representa un paso decisivo para las elecciones presidenciales del año que viene".

A pesar de los intentos del Ministerio del Interior de entorpecer la tarea de los observadores internacionales (ocho llegados del Exterior, entre ellos dos españoles, que supervisaron las votaciones en la parte continental de Guinea), Otero señaló que tanto él como personal de su Embajada y la de Francia se movieron con total libertad por la capital.