Dirigentes del PSOE piden a González que no se ate a marzo para convocar elecciones

El presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo que escuchar ayer de los suyos en la Ejecutiva Federal del PSOE -tanto guerristas como renovadores- que reconsidere su oferta de celebrar elecciones en marzo. Sin descartar que puedan ser ese mes, le pidieron que mantenga su facultad de convocarlas en cualquier fecha de la primavera e incluso de retirar el ofrecimiento formulado al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y al líder de IU, Julio Anguita, toda vez que ninguno le había respondido y el PP ni siquiera se dio por enterado de la convocatoria.

González reiteró que mantenía "el calendario" y obtuvo el apoyo a su propuesta, aunque, en todo caso, debía quedar claro que la exigencia tanto de Pujol como del PP y de IU de que convoque elecciones inmediatas ni siquiera va a ser considerada. Miembros de la Ejecutiva aseguran que González rechazó hablar del próximo candidato a la presidencia del Gobierno, asunto mencionado por Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono.El secretario de organización del PSOE y portavoz de la Ejecutiva Federal, Cipriá Ciscar, dijo al término de la reunión, de algo menos de tres horas, que todos los presentes avalaron la decisión de González de "mantener la oferta de calendario electoral para marzo", aunque en otro momento habló de la "primavera". Al parecer, también González dijo unas veces marzo y otras primavera.

Esta confirmación de la "oferta" no es contradictoria con el hecho de que miembros de la Ejecutiva -como el vicesecretario general, Alfonso, Guerra; el presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, y el secretario regional de Castilla y León, Jesús Quijano- le pidieran que no se atara las manos innecesariamente.

Según el razonamiento de los partidarios de que no se sacralice la fecha de marzo, es cierto que González hizo una oferta para pactar el calendario. Pero, ya que la respuesta ha sido negativa -Pujol y Anguita incluso le han pedido que sean este otoño-, estaría en su derecho de declararse liberado del ofrecimiento. Es su facultad constitucional convocar las elecciones cuando lo estime conveniente y no decirlo con antelación, explican.

Los partidarios de mantener la incógnita sobre la fecha electoral esperan todavía que algo se pueda mover en las filas de los nacionalistas catalanes después de sus elecciones, siempre que sean en noviembre, y así den luz verde a los Presupuestos. Se preguntan, en efecto, qué pasaría si Pujol, para completar su mayoría, necesitara de los socialistas.

En todo caso, González no se extendió sobre este asunto, sino para pedir que la Ejecutiva avalara el mantenimiento de la fecha primaveral. Sí fue más explícito, sin embargo, en repetir las razones por las cuales las elecciones nunca serán antes de la primavera: presidencia europea, aprobación definitiva de algunas leyes y "trabajar hasta el final" por evitar el voto en contra de los Presupuestos por parte de CiU.

A lo que no entró en absoluto González fue a hablar de si va a ser o no el candidato, según le preguntaron Rodríguez lbarra y Bono. No es tiempo para ello, según González. Será finales de octubre cuando una réunión de la Ejecutiva abra formalmente el debate. Este órgano establecerá un candidato cuyo nombre trasladará al comité federal.

En la reunión de ayer no hubo tensiones. Ni siquiera cuando Ciscar pidió a la Ejecutiva que ratificara la suspensión de militancia del ex secretario regional de Aragón y ex presidente de esa comunidad, José Marco.