"Hemos dejado de pertenecer a la gente poco seria"

Decidido partidario de la Unión Europea, Álvaro Videgain, de 44 años, nacido en Bilbao y licenciado en Deusto, es consejero de legado de Tubacex, empresa que exporta el 90% de su producción y que posee una cuota del 10% del mercado mundial del tubo inoxidable sin soldadura.Pregunta. ¿La imagen de la empresa española en Europa es distinta a la de hace 10 años?

Respuesta. Hoy se nos considera bastante más. Hemos dejado de pertenecer a la gente informal, poco seria, a los del "mañana, mañana", para pasar a ser un país productor más de la UE al que se le reconoce un nivel determinado de calidad, servicios y competitividad.

P. ¿Es fruto de la reacción española o consecuencia de que la simple pertenencia a la Comunidad deshace prejuicios?

R. El mérito es fundamentalmente de la parte española, porque los competidores están siempre ahí y no regalan nada. La empresa española ha hecho un gran esfuerzo para conquistar mercados.

P. ¿La firma del Tratado de Adhesión no pilló a la industria descolocada?

R. Las cosas habrían rodado mejor si nos hubiéramos preparado con más antelación, pero todo se hizo precipitadamente. Supongo que el Gobierno español vio que ése era el momento, político más oportuno.

P. ¿Que aspectos negativos tiene la presencia española en la UE?

R. Los principios fueron duros porque pensábamos que íbamos a sacar de Europa más de lo que nos iba a costar, y lo que ocurrió entonces fue justamente lo contrario. Además, el desarme arancelario nos resultó muy agresivo. Después, las cosas han cambiado y en la medida en que hemos ido adentrándonos en la filosofía europea nos hemos situado mucho mejor.

P. ¿Cree que la política comunitaria del Gobierno durante estos años ha defendido eficazmente a la industria española?

R. Hombre, en Euskadi se ha atribuido al ámbito ministerial de Madrid la famosa frase de que "la mejor política industrial es la que no existe", pero el actual ministro parece estar más preocupado por el sector. Por otra parte, el Gobierno vasco ha trabajado seriamente por la industria, que al fin y al cabo es la razón de ser en un país con la tradición de Euskadi. Es posible que aquí no lo estemos haciendo tan bien como en esos otros países que han arreglado sus crisis sin que el resto de la Comunidad se haya enterado.

P. ¿Está hablando de subvenciones y ayudas?

R. Sí. Ahora mismo tenemos en los periódicos un tema gordísimo, como el de la Seat, con todos los problemas que eso va a acarrear. Y, francamente, no entiendo cómo en otros sitios se han organizado y aquí no lo podemos hacer. Son países mucho más discretos. Aquí aireamos enseguida todo y al final echamos piedras contra nuestro tejado.

P. En una empresa exportadora como la suya, ¿no echan en falta el ecu?

R. La situación de la peseta influye muchísimo en la cuenta de explotación, sobre todo en un momento como éste, en que al efecto del déficit público hay que sumar la inestabilidad política. Por muchos mecanismos de cobertura de que dispongamos, las empresas exportadoras siempre somos víctimas de los movimientos de las monedas, y sí, claro que echamos en falta el ecu.

P. ¿La entrada de España en la UE le permite a su empresa exportar más?

R. Sí, aunque no haya una razón específica para eso. Estar dentro de la UE es mucho más positivo que negativo, tiene la ventaja de que estamos mucho más comunicados, y eso nos brinda muchas posibilidades. Los españoles tenemos que ver en la UE nuestro mercado doméstico y llamar puramente exportación a lo que son las ventas a EE UU y a otros continentes. Tenemos que asumir que somos empresas europeas, interiorizar que si los mercados son globales las empresas también tienen que serlo.