Presionar a Marruecos
Hace mucho tiempo ya que los españoles, a través de todos los medios de comunicación venimos teniendo noticias sobre nuestro país vecino. Primeramente sobre las buenas relaciones que existían entre España y Marruecos, después las visitas de nuestros gobernantes a ese país, el trato de favor de la Unión Europea, más tarde por la pesca, el amarre de la flota española, las prolongadas negociaciones y, finalmente, la ruptura de las mismas. Pero hace demasiado tiempo que en los medios de comunicación no se dice nada sobre algo más importante y grave en mi opinión, como es el hecho de que la República Árabe Saharaui Democrática siga ocupada por Marruecos y el constante bloqueo de su Gobierno al entonces tan traído y llevado referéndum de autodeterminación, promovido por la ONU.Ahora se habla de presionar a Marruecos, para forzarlo a ceder en las negociaciones sobre pesca, y de los numerosos frentes por donde ejercer esta presión que hay en la UE. Marruecos está en su derecho de negarse a compartir su pesca con otro país. Pero, a mi juicio, a lo que no tiene derecho bajo ningún concepto es a ocupar otro país, someter a otro pueblo y no respetar los derechos humanos ni el territorio ocupado ni el suyo propio. Es curioso que una negativa a compartir sus bancos de pesca pueda acarrearle más problemas a un Estado que violar los derechos humanos y hacer caso omiso a los mandatos de la ONU. Todos sabemos que por culpa de Marruecos hay miles de personas que ahora no pueden trabajar y se tienen que conformar con una mísera ayuda de 73.000 Pesetas al mes. Pero lo que no todo el mundo sabe es que, también por culpa de Marruecos, decenas de miles de personas están obligadas a vivir en medio del desierto argelino, lejos de sus hogares, y se tienen que conformar con la poca ayuda que alunas organizaciones les pueden prestar.
Si la RASD fuese independiente quizá ahora algunos españoles estarían pescando en el tan mencionado banco saharaui-canario, puesto que, a pesar de que algunos piensan que les vendimos, los saharauis, en general, siguen hablando nuestro idioma y nos siguen considerando -un país amigo.- .
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