"Es un caso muy complicado y muy excepcional"

Ramón Madera, director general de Explotación y Desarrollo de Hunosa, considera que la investigación de las causas de la tragedia que acabó con la vida de 14 mineros por una explosión de grisú en el pozo San Nicolás, perteneciente a esta empresa estatal minera, en la madrugada del pasado jueves, se dilatará por "la complejidad y excepcionalidad del caso".Madera descarta que hubiera habido avería en la ventilación del pozo y sostiene que no está demostrado que el sistema de detección de grisú hubiera fallado, aunque sí pudo producirse, admite, una anomalía en uno de sus elementos que restara virtualidad o eficacia a los dispositivos de alerta.

Hunosa cree que se podrá llegar a una explicación convincente, y que el siniestro pudo ser el resultado de "un cúmulo de causas simultáneas muy diversas y en unas circunstancias muy determinadas".

Ingeniero de minas, con más de 30 años de experiencia en el sector minero, la tragedia del jueves le ha conmocionado, al tratarse de la mayor catástrofe que ha conocido a lo largo de su vida profesional.

Pregunta. ¿Es posible que Hunosa no tenga ni tan siquiera una sospecha de por qué ocurrió la explosión?

Respuesta. Si no queremos avanzar hipótesis es porque estamos ante un caso muy complicado y muy excepcional. Hay una concatenación de circunstancias tales que sólo la simultaneidad de todas ellas ha podido producir la tragedia. Lo que tenemos que estudiar es que pasó en ese momento con el grisú, con la ventilación, con todos y cada uno de los elementos presentes en el pozo que pudieron actuar como focos de calor y el comportamiento de todos los elementos del sistema de detección. Estamos hablando de galerías con una longitud de 500 o 600 metros. Por tanto, hay que analizar lo que estaba pasando en eI momento de la catástrofe en todos y cada uno de los puntos de esa extensa área.

El grisú está siempre

P. ¿Lo ocurrido pudo ser un desprendimiento instantáneo de grisú?R. No. El desprendimiento y la explosión son cosas distintas. Lo que se conoce como desprendimiento instantáneo es un proceso geodinámico muy específico, que no tiene nada que ver con la cantidad de grisú, sino con la forma con la que éste se desprende. Aquí lo que ha habido es un desprendimiento mayor de lo habitual. El grisú está siempre presente en la mina, se está desprendiendo permanentemente. Lo que creemos que ha ocurrido es una intensificación de ese fluir constante.

P. ¿De qué sistemas de detección dispone el pozo?

R. Los hay fijos y portátiles para la detección tanto del grisú como del monóxido de carbono. A su vez, están conectados a un sistema de corte de corriente para evitar que haya fuentes de calor en momentos de peligro. Todos los elementos que hay en el interior del pozo son antigrisú.

P. ¿Pudo fallar el sistema de detección?

R. No se puede pensar que haya habido un colapso general del sistema de seguridad. Pero bastaría un pequeño fallo en un momento determinado en uno cualquiera de los dispositivos, para que esto pueda desencadenar un cúmulo de circunstancias que, si coinciden simultáneamente, genere un hecho imprevisible. Esto es lo que hay que determinar si ocurrió, cómo y dónde, porque además el ambiente en el interior del pozo es cambiante.

P. Sin embargo, nadie entendía el jueves en en el pozo San Nicolás que el sistema de alarma no hubiera alertado a los fallecidos.

R. Pero es que quizá haya funcionado el sistema. Lo que no sabemos es cómo se comportó en el momento preciso en que se produjo la explosión. En un sistema complejo y entrelazado entre sí, un solo fallo en un único punto de la red podría anular la virtualidad de ésta en un instante determinado aunque el sistema esté funcionando. Además, el grisú está presente en toda la galería, pero podría haber ocurrido que el incremento del gas metano se produjera en un lugar distante de los detectores, o que en ese momento ningún trabajador estuviera cerca de alguno de los medidores. Los mineros no siempre están en el mismo punto y puede ocurrir que en determinado momento estén a 5 o a 100 metros de distancia del grisómetro más cercano.

P. ¿Por qué cree posible que el sistema funcionara en su conjunto?

R. Es una mera sospecha. Pero si todo el sistema se hubiera quedado fuera de servicio, los trabajadores se hubieran dado cuenta. Además, los vigilantes hacen revisiones y comprobaciones.

P. ¿Pudo fallar la ventilación?

R. No. Si eso hubiera ocurrido, se hubiera detectado inmediatamente, porque los trabajadores hubieran dejado de oír el ruido de las turbinas.

P. ¿Cómo funcionan los detectores y desde cuando existen en Hunosa?

R. Tienen un registrador y emite señales acústicas y luminosas que parpadean. Se empezaron a instalar hace ocho o diez anos. Normalmente son equipos de tecnología japonesa, alemana o inglesa.

P. ¿Cree posible que se alcance una explicación racional y convincente?

R. Sí, sin duda. Se podría llegar a una teoría que explique lo ocurrido, y yo creo que se va a alcanzar.

P. ¿Podría llegarse a una explicación que excluyera el error humano?

R. Sí. Puede ocurrir. Es una hipótesis más.

P. Se dijo que días antes hubo pequeñas explosiones en el pozo.

R. Una explosión de grisú es un fenómeno que no se puede ocultar. Tiene efectos térmicos, mecánicos y de producción de monóxido de carbono.

Cientos de grados

P. ¿Qué ocurre durante los momentos que siguen a una explosión de estas características?R. Se produce una llamarada muy intensa al arder el metano y una deflagración que origina una onda térmica de gran virulencia, que puede llegar a muchos cientos de grados de temperatura, y que se propaga por la galería. La llama se apaga cuando se consume totalmente el oxígeno.

P. ¿Cuánto se tardará en saber lo que ocurrió? -

R. Lo más probable es que haya que tantear muchas hipótesis hasta dar con una que de sentido a lo ocurrido. Pensamos que será un proceso dilatado, porque es un accidente muy complicado, difícil y absolutamente excepcional.