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Aznar acusa al Gobierno de presionar de modo "inaceptable" al Supremo en el "caso GAL"

Instalado en el convencimiento de que España se encuentra en la recta final de esta legislatura, casi extinguida, José María Aznar considera un despropósito, por poco realísta, que él plantee un debate presupuestario en vez de la convocatoria de elecciones "cuanto antes". El presidente del PP fue ayer más lejos en sus críticas a la estrategia del Gobierno en relación con el sumario de los GAL y afirmó que existe una "inaceptable" presión sobre los magistrados del Tribunal Supremo para que sientan que del cariz de su decisión depende el que haya o no elecciones inmediatas.

, Aznar rehuyó realizar un pronóstico sobre la fecha de las elecciones. Prefirió expresar sus deseos: "Conviene que sean cuanto antes. Debían haber sido ya. Debería aprovecharse octubre o noviembre para realizarlas. Eso es lo que conviene a España, por que al PP como partido le viene bien cualquier momento". Esa urgencia deriva, según Aznar, de que España no puede aprovechar en estos momentos la recuperación económica y sólo con seguirá hacerlo una vez que haya elecciones y, según el PP, los socialistas salgan del Gobierno.Aznar está tratando de quitar todo dramatismo a ese cambio, y para eso repite que el PP no hará tabla rasa, sino que van a "aprovechar todo lo aprovechable". Ayer lo repitió en una rueda de prensa tras una reunión con el presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, y el Gobierno regional.

El líder popular aprovechó la mención a esa reunión para calificar de insensatez que el Gobierno pretenda llevar a cabo este mes una negociación para revisar el sistema de financiación autonómica. Dado que ahora los populares controlan la mayoría de las comunidades autónomas es casi seguro que tal negociación quedará aparcada.

Aznar caricaturizó el comportamiento de CiU como el de una coalición que hace declaraciones contradictorias todos los días. "En todo caso", enfátizó, "yo no veo ninguna razón de lógica política para mantener un apoyo a este Gobierno [como hace CiU] en vez de apoyar el cambio que España necesita".

Según Aznar, los jueces del Tribunal Supremo están siendo objeto de una "inaceptable presión" para que sientan que de su presión sobre el sumario de los GAL depende la interrupción de la legislatura y la inmediata convocatoria de elecciones. "Del mismo modo", agregó, "que no parece razonable que González se ampare en el contenido de esa decisión judicial" para adelantar o retrasar los comicios.

Aznar sostuvo que él ya ha asumido responsabilidades políticas, además del propio Miguel Pérez Villar, consejero suyo en la Junta cuando presidió Castilla y León, por la condena que le impuso el Tribunal Supremo por prevaricación y cohecho. Aznar no entró a detallar en qué modo se ha producido esa asunción de responsabilidades.

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Por último, el presidente del PP aseguró que él no le expresó a Jacques Chirac su apoyo a las pruebas nucleares francesas en Mururoa, sino que se limitó a señalar que era una decisión tomada por un país y que había que respetarla. Aznar no había hecho hasta ahora esta aclaración, a pesar de que ha transcurrido mes y medio. Ayer indicó además que su entrevista con Chirac le permitió prestar un servicio a España que no puede relatar.

Horas después, en León, Aznar concretó que su gestión ante Chirac estaba relacionada con "con la defensa de los intereses de España en el exterior y en particular en conflictos con terceros países". Una presumible alusión al conflicto pesquero con Marruecos, a juzgar por la sonrisa que el líder del PP dio como respuesta a esa interpretación realizada por un periodista.

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