Suárez Pertierra siguió el ataque en su despacho junto a varios militares

El ministro español de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, interrumpió en la tarde de ayer sus vacaciones y se incorporó a su despacho oficial para seguir desde alli la operación militar de represalia contra posiciones serbias. Suárez Pertierra viajó por la tarde de Asturias a Madrid, y hacia las once de la noche se encontraba en su despacho junto con el jefe del gabinete militar, almirante Francisco Torrente, el jefe del Estado Mayor de la Defensa y el jefe del Estado Mayor Conjunto.

Las fuentes militares españolas no confirmaron si en el ataque aliado participaron aviones es pañoles y se limitaron a decir que se trataba de "una acción conjunta". Otras fuentes indicaron que, amedianoche, poco antes de iniciarse la operación sí estaba prevista la participa ción de aparatos españoles.Desde su despacho en el ministerio, Suárez Pertierra se mantuvo en contacto telefónico con el presidente del Gobierno, Felipe González, a quien informó sobre los preparativos de la operación de castigo y su desarrollo.

En la actualidad, se encuentran desplegados en la base italiana de Aviaco ocho cazabombarderos F-18 españoles, encuadrados en la fuerza aérea de la OTAN destinada teóricamente a hacer cumplir los acuerdos de la ONU sobre la ex Yugoslavia. Los ocho aparatos españoles, junto con otros dos KC-130 Hércules de reabastecimiento en vuelo, llegaron a Aviano el 1 de diciembre del año pasado con la intención de permanecer en esa base hasta el 30 de junio pasado. El Gobierno español decidió posteriormente prorrogar la estancia de los aviones hasta el próximo 30 de agosto.

El pasado 25 de mayo, dos de los F- 18 españoles participaron por primera vez en una acción militar de ataque sobre la antigua ex Yugoslavia, y concretamente sobre un objetivo militar situado en las proximidades de Pale, la ciudad convertida en capital de los serbobosnios.

Horas antes de producirse el ataque, el presidente de BosniaHerzegovina, Alia Izetbegovic, había, declarado en París tras entrevistarse con el presidente francés, Jacques Chirac, que había escrito a la ONU y al Grupo de Contacto para pedir la destrucción de la artillería serbia y advirtió que no participaría en más negociaciones de paz si no se daba una respuesta contundente al atentado del pasado lunes en Sarajevo, informa desde París Octavi Martí.

Por la tarde, el Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) en su versión ampliada (es decir, con España, Canadá e Italia) se había reunido en París con el subsecretario de Estado norteamericano, Richard Holbrooke, para expresar "su horror" por el atentado de Sarajevo y apoyar medidas militares de castigo. Rusia, aliado de los serbios, pidió que la matanza no se convierta en una excusa para nuevas acciones de la OTAN.

Los países con cascos azules sobre el terreno, sobre todo Francia y Reino Unido, temen que se repitan las tomas de rehenes por parte de los serbios, aunque esta vez apenas hay tropas expuestas.