Gillo Pontecorvo vuelve a combinar 'glamour' de Hollywood y austeros filmes de arte

en las dos ediciones anteriores, en su concepción ecléctica del más antiguo festival de cine. Un desfile de rostros de Hollywood, de los que garantizan buenas recaudaciones, pero no siempre buen cine, alternará con una,selección de filmes en la que se intuyen obras de corte polémico y de las llamadas de lenguaje. Pontecorvo ha dado a la Unión Europea incluido el inevitablemente, amplio, lote italiano, más de la mitad del concurso.

Hoy comienza la Mostra, y, en las vísperas de su, tercer año al frente de ella, Gillo Pontecorvo ha insistido, con menos balbuceos que Y con este equilibrio entre contrarios parece en condiciones de sortear el consabido aluvión de escaramuzas de derribo que sus temibles adversarios, adiestrados en la escuela de esgrima florentina de la Bienal veneciana, le preparan.

La Mostra será esta noche inaugurada por el filme norteamericano Crimson tide, dirigido por Tony Scott, que defenderá su película flanqueado por otros dos autores de ella, los intérpretes Gene Hacknian y Denzel Washington, que abrirán un desfile de estrellas en el que se a por seguro el imán de imágenes y noticias que generan Kevin Costner, quien anunció que acudirá a defender su vapuleadan por los críticos en Estados Unidos Waterworld -la película más cara de la historia del cine, que parece encontrarse en serios apuros para amortizar los 200 millones de dólares que costó-; y Tom Hanks, que también anunció hace unos días su presencia al frente de la presumible campeona de la taquilla del otoño, Apollo 13.

Se espera también a Jack Nicholson. El célebre superdivo ha confirmado su llegada para participar en la proyección de The crossing guard, pero su compañera en la pantalla y ex compañera en la vida, Anjelica Huston, parece que a última hora se ha excusado y no acudirá al Lido.

Feria de estrellas

Se dan por seguro, en. cambio, las llegadas de Kenneth Branagh, Linda Fiorentino, Chazz Palmintieri, Joan Collins, Jacqueline Bisset, Mel Gibson -que vuelve a insistir como director en Bravehearth y parece haberse dado cuenta de que detrás lo hace mejor que delante de la cámara-, el oscarizado Murray Abrahams, Sean Penn, Iréne Jacob, Jennifer Jason-Leigh, Spike Lee, Isabelle Huppert, Sandrine Bonnaire y, presumiblemente, un ejército italiano de lujo, encabezado por el veterano actor Alberto Sordi, alrededor de los directores Ettore Scola y Gluseppe Tornatore, que aportan al concurso sus últimos trabajos cinematográficos. Tornatore, autor de la célebre Cinema Paradiso, retorna al festival con la segunda parte de la historia.

Dos películas que, fuera del concurso, acaparan desde este primer día la atención de comerciantes, cineastas, críticos e informadores son la nueva e inédita de Woody Allen -se habla de que él mismo la presentará personalmente, pero uno se resiste a dar por seguro que ocurra tal regalo- Mighty Aphrodite y Más allá de las nubes, que supone nada menos que el retorno detrás de las cámaras del gran Michelángelo Antonioni, en esta ocasión cosa inevitable si se tiene en cuenta su deterioro físico, que limita mucho la capacidad de hablar y moverse del viejo cineasta- al alimón con otro director, el alemán Wiin Wenders.

Modelos y ecologistas

Al margen de la golosina de glamour aportada por Hollywood y de las variopintas polérnicas que, como es costumbre en el festival del Lido, rodearán el concurso, se prevén dos invasiones extracinematográficas en esta Mostra. Una de ellas es la de las chicas modelos Naomi Campbell, Linda Evangelista y otras hermosas colegas del mundo de la pasarela, cubriendo las espaldas a un filme caramelo sobre el mundo de la moda, presumible respuesta al vapuleado por cierta crítica Prétá-portér, de Robert Altman. Y otra, un desembarco pirata en toda regla en la playa del Excelsior donde se albergan las estrellas y las chequeras, de un ejército de chicas y chicos ecologistas. Se especula con la posibilidad de que salten de su barco e invadan el hotel en cueros, pero se añade que eso habrá que verlo si se tiene en cuenta la espesura que alcanza estos días la concentración de carabinieri en el Lido.

Al frente de esta prevista invasión nudista estará el cineasta italiano Tinto Brass, que así quiere responder al rechazo de Pontecorvo al filme erótico-ecológico con la que el director de Calígula quiere dar una nueva campanada polémica. Guindas, una de glamour y otra publicitaria, del guiso agridulce en que la Mostra veneciana está embarcada desde hace tres años.