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González pide al Supremo que anteponga el rigor a la celeridad en el 'caso GAL'

Felipe González despejará antes de que termine octubre la incógnita de si vuelve a presentarse a la reelección como presidente del Gobierno. Un plazo que él mismo acotó ayer y que previsiblemente servirá para que sea más intensa aún la petición de sus correligionarios de que encabece de nuevo el cartel electoral del PSOE. González alimentó la expectación al señalar que es un error "dar por cerrado prematuramente" el asunto. En contraste con otros socialistas, aseguró que no se debe pedir tanto celeridad como rigor y seriedad al pronunciamiento del Tribunal Suprerno sobre el sumario del caso GAL.

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En absoluto le inquieta la -decisión que tome la Sala Segunda del alto tribunal, porque nunca ha tenido que ver con una acción ilegal y, "por consiguiente, nadie, nunca, podrá demostrar nada de eso". Por tanto, agrego, eso tampoco será determinante en su decisión de presentarse o no a la reelección. Lo que le molesta y le preocupa, según manifesté ayer tras su audiencia con el Rey en el palacio de Marivent, es el "exceso de agitación de la vida política" por la simple declaración de alguien que no merece crédito, en alusión a Ricardo García Damborenea.Un comentario con el que opinaba sobre la situación política, pero también indirectamente sobre la actuación de Baltasar Garzón al citarle en un sumario sin haber. encontrado indicios racionales de criminalidad en su conducta.

"Si determinada situación se desencadena por la declaración de un individuo que no merece garantías, es evidente que se puede separar la responsabilidad penal y la política, pero el origen [de la situación] sigue siendo el mismo", arguyó González.

"Sería entrar en una dinámica absurda en que las declaraciones infamantes de cualquiera producen responsabilidad política". Pero si esa vinculación se está defendiendo ahora es, según el presidente del Gobierno, porque hay gente "excesivamente agitada e inquieta, y demasiados intereses de política de bajo nivel".Responsabilidades de Aznar

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González soslayó señalar directamente al Partido Popular, pero aprovechó otra pregunta de los periodistas para retratar a José María Aznar como un dirigente incongruente con las exigencias que plantea a los gobernantes socialistas. "Sería su, reflexión más correcta [la de que conciernen a Felipe González responsabilidades políticas por la actuación de los GAL aun sin haberlas de tipo penal] si él hubiera asumido responsabilidades políticas no sólo por cualquier tipo de indicio, sino por la condena firme de un consejero [Miguel Pérez Villarl que él nombró siendo presidente [de la Junta de Castilla y León]. ¿Cuáles son las responsabilidades que de eso se han deducido? Ninguna. Tienen una visión dependiendo de que les afecte o no, lo cual es una visión un poco vicaria de la responsabilidad política

Frente al clima de agitación dibujado por el presidente del Gobierno, éste recomendó un poco de paciencia para conocer el veredicto del Tribunal Supremo acerca de si el Gobierno está implicado o no en la guerra sucia de los GAL. E incluso, en con traste con algunos de sus propios companeros de la ejecutiva socialista, matizó que, si bien es deseable que se conozca la decisión, cuanto antes, tampoco hay que pedir un exceso de celeridad, sino sobre todo rigor y seriedad. Y depositar la máxima confianza en el trabajo del Tribunal Supremo".

González se extendió a continuación en la explicación de que al presidente del Gobierno se le aplica la ley como a cualquier otro ciudadano, con la única diferencia de que quien le juzga es el Tribunal Supremo, "lo cual supone el máximo de rigor".

Sobre su posible presentación a la reelección como presidente del Gobierno, estuvo más conciso y enigmático. Cuando una pregunta trató de abrir un resquicio penetrando en sus sentimientos, en "lo que le pide el cuerpo", se enrocó en la excusa de que no es oportuno desde el punto de vista político dejar deslizar su sentimiento. personal. "Prefiero que sea un proceso de maduración dentro del partido", dijo. Cuando un pe riodista le, recordó que es precisamente su partido el que sigue pensando que tiene en él al me jor candidato electoral, atajó: "Agradezco, la solidaridad, de los compañeros. Pero les ruego que no cierren en absoluto el asunto, porque sería erróneo cerrarlo prematuramente. No hay que cerrar ningún tipo de respuesta".

La decisión definitiva la dará a conocer, prometió, en septiembre u octubre. Entre otras cosas, porque mantiene el compromiso, como, hipótesis más verosímil, de anticipar las elecciones legislativas a marzo de 1996.

Aunque no está prevista en este momento una entrevista suya con el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, para antes del día 31 de septiembre, indicó, que es posible que ambos se entrevisten con anterioridad a esa fecha.

En cambio, evitó anticipar cualquier opinión sobré el posible apoyo de CiU a los Presupuestos Generales del Estado para 1996. Simplemente se limitó a asegurar que esos presupuestos cumplirán el objetivo de reducción del déficit público.

"Su majestad está absolutamente calmado"

Bajó andando el breve trecho entre el palacio y la explanada de Marivent donde se encontraban los periodistas que le esperaban a la salida de su conversación de hora y media con el Rey. Traje oscuro, sonriente, "con color", agregó incluso a un periodista cuando éste le dijo que se le veía tranquilo a pesar de todo. Tan tranquilo como el monarca pese a que ETA haya intentado hace unas semanas un atentado contra él. "Afortunadamente, Su Majestad está absolutamente calmado. Yo creo que ha tenido la misma actitud que ha tenido siempre. Ya le conocen..." El presidente del Gobierno no comparte las apreciaciones de que ETA ha dado un salto cualitativo con el intento de poner al Rey bajo el punto de mira. Porque ETA siempre intenta hacer el máximo daño, y cuando no lo logra es por su propia incapacidad y por la eficacia, como en este caso, de las Fuerzas de Seguridad del Estado. [La Casa del Rey anuncié ayer que no se personara en el sumario por el intento de atentado contra don Juan Carlos]. Antes de emprender regreso a su residencia veraniega en el Coto de Doñana, en la provincía de Huelva, de donde había llegado a primeras horas de la. mañana, indicó genérica mente que "el Gobierno, tiene un grado de información suficiente", se apresuró a advertir que sería. un error que el Parlamento secundara la iniciativa de "personas con poco sentido de la responsabilidad" y decidiera abrir una investigación que afectara institucionalmente a la Guardia Civil por presuntas irregularidades, cometidas en el cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián). "En un colectivo de 70.000 u 80.000 personas se pueden cometer errores como en todo colectivo huma-no. Pero de ahí no se puede deducir que se ponga en cuestión a una institución que presta servicios de incalculable valor a la sociedad española". Algunos de esos servicios y los méritos profesional en la lucha contra ETA de Enrique Rodríguez Galindo, antiguo responsable del cuartel de Intxaurrondo son los que han llevado al Gobierno a ascenderle a general, según González.

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