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El 'punk'cumple 20 añs

A veces parece que de todo han pasado veinte años. Nadie sabe si los punkies que destrozaron la ciudad alemana de Hannover hace unos días eran conscientes de que este mes de agosto se cumplen cuatro lustros de la formación de los Sex Pistols, la banda proto-punk por excelencia, pero algún historiador del asunto podría extraer la conclusión de que esos muchachos sólo pretendían rendir homenaje, desde su burricie, a los creadores de inolvidables himnos al descontento juvenil como Holidays in the flun o God save the queen.

Probablemente, a John Lydon, retirado en California, donde forma grupos que duran poco y venden aún menos, las algaradas de Hannover le traen sin cuidado. Las cosas le fueron mejor hace veinte años, cuando se hacía llamar Johnny Rotten, estaba hasta las narices de todo y su única manera de sobrevivir en la Inglaterra previa a la aparición de Margaret Thatcher era a través del berrido hecho canción.. Fue entonces cuando se unió al bajista Glen Matlock, al batería Paul Cook y al guitarrista Steve Jones y creó a los Sex Pistols. Aunque veinte años después aún no está claro si los Sex Pistols surgieron espontáneamente o si nacieron en la mente de un arribista maniobrero que regentaba una tienda de ropa (Sex, en la King's Road, a medias con la hoy célebre diseñadora de ropa imposible Vivienne Westwood) y que atendía por el rutilante nombre de Malcolm McLaren.

Algunos historiadores del mundo pop mantienen que el movimiento punk surgió por la necesidad juvenil de identificación con los grupos musicales. Hacía falta, pues, que surgieran músicos que tuvieran la misma edad y las mismas inquietudes sociales que su público, Y ahí aparecieron los Sex Pistols.

Malcolm McLaren mantiene que los Pistols fueron un invento suyo para lucrarse. Lo dejó bien claro en El gran timo del rock and roll, la película sobre los años punk que dirigió Julien Temple, en teoría, y que el taimado Malcolm controló desde la sombra. Esa película contiene la fórmula McLaren para el éxito inmediato: "Junta a cuatro tipos que no sepan tocar y que se odien mutuamente. Diles lo que tienen qué hacer y adelante".

Malcolm McLaren se fórró con los Sex Pistols. Gracias a una hábil campaña de intrigas y escándalos, consiguió que el grupo fuera fichado y despedido (con la consiguiente indemnización) por un par de compañías discográficas. Antes de grabar su primer sencillo, los Pistols (y, sobre todo, el bueno de Malcolm) nadaban en dinero. En 1977, como culminación de una jugada maestra, el único elepé de1a banda llegaba al número uno de ventas en Inglaterra y, a su alrededor, proliferaban decenas de grupos punkies.

Pero muy pronto McLaren tuvo que buscarse otras fuentes de financiación. El punk rock era un eructo incontrolable (ahí estaba su gracia, por otra parte) que no podía ni debía tener futuro.

Después de grabar su primer y único disco de larga duración, Never mind the bollocks, here's the Sex Pistols, la banda se disuelve. Johnny Rotten recupera su nombre de pila y monta el grupo Public Image Limited. Steve Jones y Paul Cook se van a Brasil y graban con Ronald Biggs una canción titulada No one is innocent. Sid Vicious,- que había sustituido a Glen Matlock, se va a Nueva York, se carga a su novia, Nancy Spungen, y se quita de enmedio de una sobredosis.

La llegada de la new wave a finales de los 70 empieza a reducir al movimiento punk a lo que es en la actualidad: un anacronismo. Musicalmente válido si recordamos lo que tuvo de agitación conceptual. Sociológicamente lamentable cuando se juntan dos mil tipos con cresta y le prenden fuego a una ciudad alemana porque el mundo, veinte años después de aquel agosto del 75 que no conocieron porque no habían nacido, sigue siendo un asco.

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