Moto decidirá en España si está en condiciones de seguir en política
Al líder opositor Severo Moto, que fue indultado por el presidente Teodoro Obiang el pasado 3 de agosto, no le cabe ninguna duda de que las elecciones municipales de septiembre en Guinea Ecuatorial serán una verdadera prueba para comprobar si el camino hacia la democracia es irreversible. Moto, que llega mañana a Madrid, donde se someterá a un chequeo "físico y psíquico", declara desde Malabo: "Quiero ver si estoy en condiciones de participar activamente en las municipales y si puedo plantearme una carrera política a largo plazo". El tiempo que pasó en la cárcel - "aún me entran escalofríos al recordarlo"- le ha impedido, dice, presentar su candidatura a la alcaldía de Malabo.
El presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PP) está deseando encontrarse con su familia. Los cuatro meses que pasó en la temible prisión de Black Beach -fue condenado a 28 años de cárcel por un supuesto compló para acabar con el régimen de Obiang- todavía se cobran dividendos: "Aún me entran escalofríos al recordarlo", dice.Severo Moto señala que estará sólo una semana en Madrid. "Creo que me lo merezco después de lo que pasé en Black Beach". Asegura que regresará enseguida a Guinea Ecuatorial para sumarse a la campaña electoral. En la prisión, que reúne méritos sobrados para formar parte del atroz archipiélago carcelario africano, Moto sufrió de paludismo y, aunque recibió algunos medicamentos, todavía padece secuelas. "Quiero hablar con algunos amigos en Madrid para hacerme un buen chequeo", señala el líder opositor guineano, quien admite que no ha conseguido superar del todo la depresión que sufrió tras ser detenido y, sobre todo, después de que fuera condeñado por "atentado contra el Estado y la forma de gobierno" en un juicio militar sumarísimo que reunió escasísimas garantías legales.
El presidente del PP está ahora casi integrado plenamente en las actividades de la Plataforma de Oposición Conjunta(POC), un movimiento formado por los partidos más criticos con el régimen, entre ellos el PP y Convergencia para la Democracia Social (CPDS), que presentarán candidatos conjuntos "para intentar arrebatar democráticamente el poder al partido de Obiang".
Moto aprovechará su estancia en España para reunirse con su mujer, Margarita Equi, y sus hijos. "Preferí que ella no viniera a Malabo en ningún momento. Que viviera la tragedia desde lejos. Tanto ella como mis hijos han demostrado una gran valentía, y hasta la prisión me llegaban su aliento y sus esfuerzos en favor de mi liberación, como el de la prensa y el de muchos políticos españoles. Quiero agradecer todo el esfuerzo que se ha hecho desde España".
Recorrer el país
El presidente del PP afirma que no quiere estar ausente de su país en una campaña electoral que presume especialmente reñida. Quiero recorrer todo el país si es posible, entrar en contacto con la población, sentir su calor. Las elecciones municipales son claves para el desarrollo de la democracia y la economía del país".
Moto es consciente de que, a pesar del "enorme deseo de cambio que se respira en toda Guinea, hay todavía peligro de involución". No en vano recuerda que, cuando salió de la cárcel, un compañero de partido le comentó: "Os sacan de la cárcel para meter a otros". Por eso advierte: "No se puede cifrar toda la voluntad democratizadora del régimen en mi indulto y el de mis 11 compañeros de infortunio. Las elecciones servirán para comprobar si se trataba sólo de un gesto o era algo más, el inicio de un cambio necesario".
Uno de los elementos fundamentales del proceso electoral está incompleto. "A pesar de que el pueblo guineano mostró una gran disposición y buena voluntad para completar el censo", señala, "hay serias discrepancias entre él recuento hecho por el Gobierno, que cifra en 153.000 personas el número de votantes, y el realizado por nuestros interventores. Creemos que han desaparecido muchos posibles votantes de las listas que se presumía que iban a votar en contra del partido de Obiang y han sido sustituidos por votantes afines".
Lo más grave es que todavía no se han hecho públicas las listas definitivas. Tampoco está determinada la participación de los grupos opositores en la radio y la televisión. "Espero que no nos den unos minutos al final de la campaña y de mala manera", dice Moto.
Aunque el antiguo prisionero de Black Beach tiene en el bolsillo su carné de elector, y por lo tanto de votante, no podrá ser candidato. "A pesar de mis deseos, el tiempo en la cárcel me hizo llegar demasiado tarde. No podré imitar en eso a mi admirado Jacques Chirac, que desde su puesto de alcalde de París llegó a la presidencia de Francia". Moto declaraba a EL PAÍS el pasado día 5 que quería presentarse como candidato a la alcaldía de Malabo, y luego a las presidenciales. Añadió entonces que confiaba "en la tremenda generosidad de los candidatos del PP" para cederle la candidatura.
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