Estados Unidos descubre 'Belle de jour'
La película de Buñuel, un éxito de taquilla cuando se cumplen 28 años de su extreno
La película de Luis Buñuel Belle de Jour (1967) recaudó la semana pasada más dinero en las taquillas norteamericanas que Juez Dredd, el último engendro para el celuloide de Sylvester Stallone. El reestreno de Belle de jour, que no había sido vista en EE UU en más de quince años debido a la reticencia de sus productores a exhibirla, comenzó en una pequeña sala neoyorquina el pasado mes de junio y se ha convertido ahora en un raro y exitoso fenómeno de público y crítica, apadrinado por Martin Scorsese, con un reciclaje que se ha amplíado a 69 salas de todo el país.
El pasado fin de semana la recaudación de la película de Buñuel se acercó a los dos millones de dólares, lo que se considera todo un éxito para la oferta alternativa de la distribuidora Miramax en plena temporada veraniega de superproducciones de acción.Para ser justos, hay que señalar que Juez Dredd ha ganado en total algo así como 16 veces más dinero que Belle de Jour. Pero la primera, como es propio de ese tipo de productos, se ha exhibido en mil salas y con un respaldo publicitario incomparable.
Precisamente una de las razones de la aceptación que está teniendo el reestreno de Belle de jour es que, si bien en su momento la crítica estadounidense la despachó como una poco menos que irrisoria muestra de la perversión sexual de la burguesía europea, ahora la ha aplaudido unánimemente como un trabajo de autor de los que hoy día son prácticamente irrealizables.
Aunque la película puede que no tenga hoy el aura de escándalo de hace casi treinta años, parece ser que a los profesionales del comentario cinematográfico y a los que pasan por taquilla todavía les sigue interesando la sugerencia frente al subrayado y la imaginación frente a la imposición.
Pensamientos oscuros
"En el tiempo que ha pasado [desde su estreno]", escribe la crítica del The New York Times Janet Maslin, "se ha hecho posible, por no decir vulgarmente común, deletrear pensamientos mucho más oscuros que los que se apuntan en esta película. Pero es la propia gentileza de la fantasía de Buñuel la que sigue siendo tan extraordinariamente expresiva. En las manos de Buñuel, la belleza perfecta se hizo más perturbadora que las formas más gráficas de profanación".Belle de Jour se estrenó en EE UU en 1968, y diez años después, los derechos de distribución en ese país volvieron a manos de los productores de la película, Robert y Raymond Hakim, que decidieron no volver a venderlos. Tras el fallecimiento de Robert Hakim, Miramax compró los derechos a sus herederas y pidió al director Martin Scorsese que diera su bendición a la película colocando su nombre al principio de los títulos de crédito. Así, Belle de Jour se exhibe en EE UU con la etiqueta Martin Scorsese presents.
Scorsese, que también ha apadrinado recientemente la recuperación de las películas del director indio Satyajit Pay, declaró que "Belle de jour es una de esas películas legendarias que habían sido imposibles de ver -durante los últimos 20 años yo lo intenté varias veces. Es una tragedia que una generación entera se haya perdido una película tan importante".
Basada en la novela de 1928 del francés Joseph Kessel y protagonizada por una Catherine Deneuve de 25 años, Belle de Jour narra la historia de una esposa insatisfecha que se hace prostituta de lujo para satisfacer sus fantasías. Junto a ella aparecen también Michel Piccoli, Genevieve Page y Francisco Rabal. La película, que fue la primera en color dirigida por Buñuel, ganó el León de Oro en Venecia en 1967. Según Scorsese, Belle de Jour es "embelesadora, perversa, hilarante y poética al mismo tiempo".
En una entrevista reciente a una revista americana con motivo del reestreno de la película, Deneuve dijo: "Las personas desnudas en la gran pantalla parecen muy frágiles. Lo encuentro más erótico cuando están vestidas". Sin embargo, esta opinión de Deneuve no parece muy extendida en Hollywood. En estos días se anuncia a toda página en los principales periódicos nacionales el estreno, en septiembre del nuevo exceso visual de Paul Verhoeven, Showgirls, sobre el mundo de las bailarinas de top-less.
Babelia
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