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FERIA DE MÁLAGA

Toros con cuajo

Antonio Lorca

Es evidente por qué las figuras de hoy no quieren ponerse delante de los toros de Cebada Gago: son animales de preciosa lámina, de sobrado trapío, arboladura astifina, serios y encastados.Los que salieron en Málaga fueron, además, mansos casi todos, con picante y de juego muy variado. Los hubo con peligro, de nobleza extraordinaria otros, pero todos exhibieron categoría para mantener el riesgo emocionante de esta Fiesta. Así, bravo y noble fue el lo; brusco y violento el 2º un toro de carril el siguiente; peligroso el 4º, encastado el 5º y codicioso el último.

Como las de antes

Cebada / Martín, Cámara, Lima Toros de Cebada Gago, muy bien presentados, con cuajo y astifinos; a excepción del primero, mansos

Todos encastados y codiciosos. Pepe Luis Martín: pinchazo y estocada corta (vuelta); pinchazo y estocada baja (ovación). Fernando Cámara: pinchazo y estocada (ovación); tres pinchazos -aviso- y estocada (vuelta). José Carlos Lima: pinchazo y estocada corta (oreja); estocada trasera (vuelta).Plaza de Toros de Málaga. 13 de agosto. Primera corrida de Feria. Menos de media entrada.

Una corrida de toros como dicen que eran las de antes. Un espectáculo para vivir nuevas emociones. Una corrida, en fin, para vergüenza de la mayor parte del escalafón actual que huye despavorido del único toro capaz de mantener la vida de esta Fiesta.El cartel de toreros era modesto, como no podía ser de otra manera. Martín, Cámara y Lima pasaron un auténtico calvario, y el segundo espada se llevó, además, una cornada de carácter leve en un muslo al ser cogido por su segundo toro al cobrar - una buena estocada. Había realizado, sin embargo, lo más meritorio de la tarde en una faena toda ella por naturales, en los que el torero hizo gala de una entrega y una disposición inusuales en estos tiempos. Había toro y torero, y los pases resultaron largos, vibrantes y profundamente emocionantes.

Antes y después de la cogida de Cámara, el riesgo en su acepción más pura fue el protagonista de la corrida. Así se entiende que, a excepción de los naturales de este torero, hubo pocos momentos brillantes, aunque fue importante toda la labor de los toreros. Es verdad, no obstante, que el propio Cámara no plantó cara a su primero, que era un toro difícil, al que muleteó sin hondura ni coraje. Su actuación tuvo más de teatro para la galería que de profundidad.

El propio Pepe Luis Martín, torero de corte clásico, no supo aprovechar las buenas condiciones de su primero. Era un toro serio, con trapío, pero con nobleza, ante el que Martín se mostró muy frágil y con un valor muy justo. Se afligió con el capote y no fue . capaz de entregarse después para lograr faena grande. Sus tandas de derechazos fueron cortas y rápidas, sin templanza ni largura. De ese modo, le será difícil abrirse nuevos horizontes; en el otro, que fue muy peligroso, evidenció que anda muy escaso de recursos técnicos.

José Carlos Lima es nuevo en el escalafón, inexperto y, a veces, inconsciente. Ayer descubrió que tiene consigo un maravilloso ángel de la guarda. Siempre estuvo a merced de sus toros, pero consiguió algunas tandas con la derecha que tuvieron la virtud de la quietud. Su toreo carece de hondura, pero todo aquello que le falta de experiencia le sobra en cambio de ánimo.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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