González aportará datos contra las "falsedades" de Damborenea
Felipe González denunciará en el debate de hoy en el Congreso que personajes como el ex policía José Amedo o Ricardo García Damborenea, ambos procesados en el caso GAL, determinen el debate político en España con sus acusaciones. Animado por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha archivado las denuncias de Luis Roldán contra Narcís Serra por el informe Crillon, el presidente defenderá la necesidad de separar las intervenciones juirídicas de la discusión política.La denuncia del ex director de la Guardia Civil al diario El Mundo, hace un año, cuando se encontraba huido, provocó entonces un debate parlamentario, en el que Narcís Serra, como vicepresidente del Gobierno, defendió la inexistencia de delito en el seguimiento informativo realizado en torno a Mario Conde, entonces presidente de Banesto.
El jefe del Gobierno evitará hoy, en su primera intervención, entrar directamente al trapo de las acusaciones de García Damborenea, aunque sí aportará algún dato con el que intentará demostrar "la falsedad" de las afirmaciones del ex secretario provincial del PSOE de Vizcaya, según fuentes de La Moncloa. "Poner al mismo nivel la palabra de uno y otro me parece un ejercicio arriesgadísimo por parte de quien lo hace", argumentó ayer el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, en Radio Nacional. El ministro anunció que del debate no cabe esperar "grandes novedades" porque "lo razonable es que aquél que acusa [en referencia a Damborenea] debe demostrar la culpabilidad del acusado", y no que González tenga que demostrar su inocencia.
Ni antes ni nunca
González mantendrá una línea similar a la del último debate del estado de la nación, el pasado 8 de febrero, cuya primera parte también versó sobre los GAL. En aquella ocasión -estaban recientes las acusaciones del arrepentido José Amedo- González proclamó que el Gobierno "no ha estado ni estará implicado en operaciones ilegales, que condena abiertamente, que combate con los medios a su alcance, que le perjudican más que a ningún otro grupo político y que, además, afectan a sus propias senas de identidad históricas, a las que no piensa renunciar".
También manifestó González en aquel debate: "Resulta hiriente recordar hoy que este respeto por las normas del Estado de derecho ha sido una de las condiciones de nuestra integración europea y, desde luego, de la cooperación antiterrorista de Francia y otros países".
El presidente del Gobierno se reservará presumiblemente para el turno de réplica algunos datos contra Damborenea. En todo caso, desde el principio enviará a todos los partidos un mensaje nítido: si la estrategia de los arrepentidos del caso GAL es forzar una ley de punto final, se equivocan. El Gobierno socialista no aprobará nunca, según dirá González, una ley de este tipo.
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