Un saco de esperanza

Echando un vistazo a EL PAÍS del domingo 2 de julio, encontré gratamente un artículo de Fernando Savater. En él mostraba el punto justo que algunos españoles pretenden olvidar. Podemos decir que "ayer" España estaba hundida en un régimen difícil (le destruir. Sus ciudadanos no alcanzaban más allá de la puerta de sus casas. Las palabras cultura y extranjero habían sido borradas del diccionario por el señor Francisco. No le convenía formar un país inteligente al que le inquietase conocer la libertad. Hará pronto veinte años que España levantó la cabeza y, mirando al futuro, aplaudió la muerte de un dictador que durante cuarenta años la había depredado, humillado y devastado. Hablo de España refiriéndome a millones de seres humanos, con el único derecho de vivir y de cumplir la ley natural. Entrar en Europa fue un saco de esperanza que nos cargaron a la espalda. Nos dieron una confianza que tuvimos que aprender a utilizar para poder agradecerla. Ha sido mucho el esfuerzo y también los errores. No pido resignación ni conformidad. Al que no le guste, que cambie. Gracias a tanto trabajo, ahora podemos cambiar.Busquemos la luz en la sombra y sigamos caminando a favor de la humanidad.-