Selectividad

He leído la columna elaborada por ustedes en EL PAÍS de hoy, jueves 20 de julio 1995, relativa a que "más de 6.000 alumnos reclaman por el examen de filosofía", y se me han vuelto a "abrir las carnes", sobre todo al leer el comentario: "Ha sido mala suerte, pero todo es resultado del azar", decían los coordinadores de la materia. Sirvan estas líneas, amén de desahogo, para acercarles a la verdad y que centren sus investigaciones en bases reales. Verán, mi hijo ha obtenido en ese examen de filosofía de la selectividad de este año una nota de 1,0 (uno), eligiendo la opción de Wittgenstein. Cuando regresó a casa después de realizar el examen, me dijo: Papá, he bordado el examen de filosofía, como puedes suponer para 10".Razón de este vaticinio tan esperanzador. Pues que en el instituto (Mirasierra) como no les daba tiempo a desarrollar el temario completo, decidieron encargar trabajos monográficos a los alumnos para que, individualmente o en grupos de dos, investigaran y analizaran el pensamiento, la obra, la vida, etcétera, de una serie de filósofos que quedaban "fuera de calendario", y qué casualidad, a mi hijo le tocó desarrollar Wittgenstein. A los dos o tres libros que había en casa sobre el personaje y su obra se añadieron otros siete u ocho libros que compramos para la ocasión. De ahí el contento y la esperanza, tanto de mi hijo y mía, en conseguir una buena nota en filosofía. Pues no. Le ponen un 1,0 y vale.

Puestos en contacto con la dirección del instituto y con gente de la Universidad (yo soy profesor de la Universidad Politécnica), nos dicen a los padres tres cosas muy concretas:

1. Dado que, al parecer, la carrera de Filosofía está llamada a desaparecer según los nuevos planes de estudios del ministerio, los filósofos han decidido hacerse notar, "cabreando al personal" y puntuando con dureza inusitada (prácticamente no han corregido) un examen cuya nota es casi vital para poder acceder a la carrera o estudios con los que muchos sueñan desde pequeños.

2. A los alumnos de institutos de "ciertas zonas de Madrid" (Mirasierra, Somosaguas, La Moraleja....) se les considera "carne de cañón" de las universidades privadas y se les corrige con cierta displicencia (entiéndase dureza).

3. Por mucho que se reclame y proteste no se conseguirá nada y en todo caso perjudicar más a los chicos que pidan revisiones oficiales de exámenes, porque ya se sabe que... en cuestiones filosóficas y de escuelas hasta Ortega suspendería.

En fin, todo esto es de "juzgado de guardia". Mi hijo no sólo está hecho polvo anímicamente, pues, aun habiendo aprobado, su nota media ha bajado muchísimo, haciendo casi inviable la opción de carrera elegida, sino que se está cuestionando los valores que se supone caracterizan el ámbito universitario, empezando por la justicia y el conocimiento al servicio de la verdad.

Un padre algo más que cabreado.-