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Berlusconi quiere retener entre el 35% y el 40% de sus televisiones en Italia

El grupo Fininvest espera recibir 400.000 millones de pesetas por el 60% restante

Silvio Berlusconi anunció ayer que conservará "entre el 35% y el 40%" de Mediaset, la empresa que agrupa a sus televisiones italianas y a la concesionaria de publicidad Publitalia, cuando, a finales de 1996, se complete la reestructuración planeada. Está prevista la toma de un 20% por tres socios extranjeros -Leo Kirch, Al Waleed y Johann Rupert-; la suscripción de otro 20% por "inversores institucionales y privados italianos"; y la colocación de otro 20% en bolsa. Mediaset saldrá, así, reforzada con una inyección de unos 400.000 millones de pesetas.El sudafricano Johann Rupert suscribirá un 5,7% del capital de Mediaset y el príncipe saudí Al Waleled Bin Talal Ben Abdelaziz, que inicialmente, apareció como el líder de la tripleta extranjera, sólo un 4,1%.

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La venta de este 20% se hará mediante una ampliación de capital que aportará a corto plazo 1,8 billones de liras (cerca de 130.000 millones de pesetas). A plazos más, largos, y con resultados menos ciertos por ahora, se plantean las dos fases subsiguientes, que deberían triplicar esta ampliación.

Kirch, que reveló ayer que Mediaset había sido valorada, durante las negociaciones, en 9,3 billones de liras, tendrá derecho a dos representantes en el Consejo de Administración de la sociedad. Rupert y Al Waleed, a uno cada uno.

Estos son los detalles definitivos de una transacción que desde el punto de vista empresarial se presenta como muy importante, aunque en el plano político resulte prácticamente nula. La reestructuración no deja ninguna duda de que Berlusconi seguirá controlando sus televisiones como hasta ahora, con lo que no cesará la polémica.

La reestructuración de Mediaset implica, en cambio, un reforzamiento de las relaciones entre cuatro potentados que seguramente, tendrá consecuencias para el desarrollo de la televisión en Europa.

"No se habla sólo de dinero, sino de enriquecimiento tecnológico, de experiencia", declaraba ayer Fedele Confalonieri, actual presidente del Grupo Fininvest.

Pero la política dominó, de hecho, la rueda de prensa de Berlusconi. "Es posible que, en el caso de que quien habla reciba un nuevo mandato de Gobierno, se llegue a una congelación de parte de los votos correspondientes a sus acciones, de modo que los otros socios puedan dirigir la empresa", afirmó Berlusconi. Se deduce que, mientras tanto, la gestión no cambia.

"Lo que hoy existe en Italia no es una democracia, sino una caricatura de la democracia. El Estado es un pantano. Vivo fatal dentro de la política", dijo también el líder de Forza Italia, que trató de "loco" a Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte.

Incluso para explicar por qué no ha vendido al magnate Rupert Murdoch, que aspiraba al control de Mediaset, recurrió a la política: no podía poner en manos de un extranjero algo por lo que los italianos demostraron gran aprecio con ocasión del reciente referéndum sobre la reforma televisiva.

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