Los serbios de Bosnia aseguran que los defensores del 'enclave protegido' de Zepa se han rendido

Un comunicado del alto mando de los serbios de Bosnia daba cuenta anoche de la captura del enclave bosnio de Zepa, estrangulado por las tropas ultranacionalistas y sometido durante los últimos tres días a violentísimos bombardeos artilleros. La información de la jefatura militar de Pale, no confirmada por otras fuentes, habla de rendición de las autoridades civiles de Zepa, aunque pasadas las once de la noche Radio Sarajevo aseguraba que sus soldados mantenían sus posiciones en esta teórica zona protegida por la ONU. La presión serbia en todos los frentes alcanza por momentos su masa crítica

Tras la caída de Srebrenica el martes, y en línea con lo anunciado por el propio Karadzic a este pe riódico el pasado fin de semana, el plan de los radicales serbios para aniquilar los enclaves musulmanes en Bosnia parece cobrar un imparable momento. Contra el de Bihac, en el noroeste de Bosnia, se inició ayer una ofensiva generalizada conjunta de los serbios de Croacia y los de Bosnia.Los blindados y la infantería serbia se mantenían por la tarde a menos de un kilómetro del centro urbano de Zepa, donde se agolpan más de 15.000 personas, muchas de ellas dispersas por las colinas y bosques vecinos desde que comenzaron el domingo los preparativos del asalto. Con la inevitable caída de Zepa, segundo de los reductos musulmanes del este de Bosnia asaltado por los serbios en ocho días, queda Gorazde como única de las zonas protegidas bajo control del Gobierno de Sarajevo en la franja occidental del río Drina.

El jefe político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, anticipándose a eventuales decisiones occidentales para ayudar por las armas a la defensa del mayor de los enclaves bosniomusulmanes, exigió ayer a través de un comunicado la rendición inmediata de Gorazde y anunció que sus tropas atacarán a cualquier fuerza extranjera, terrestre o aérea, que acuda en su defensa. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, ha respondido que sus fuerzas en este enclave, alrededor de 10.000 soldados para proteger a unas 70.000 personas, no entregarán las armas. Pero mientras Pale emitía ayer el comunicado de Karadzic, la capital de los serbios de. Bosnia era atacada con artillería desde posiciones gubernamentales próximas a Sarajevo.

Zepa, la más pequeña de las bolsas bosnias, ya se ha rendido aunque el martes, Izetbegovic pidió negociaciones con Pale para organizar la evacuación de los más desprotegidos. En Zepa están desplegado los 79 cascos azules ucranios, rehenes hasta ayer de los dos bandos los serbios han amenazado con liquidarlos si eran atacados por la OTAN y los bosnios prometían utilizarlos como escudo si la aviación aliada no detenía a sus agresores.Ofensiva en Bihac

Los serbobosnios, decididos a no desperdiciar el momento de iniciativa absoluta de sus fuerzas desataron ayer en cooperación con sus aliados de Croacia un ataque de gran envergadura contra la bolsa de Bihac, otra de las zonas protegidas por la ONU, a cuyos flancos norte y oeste someten a un violentísimo bombardeo. artillero. Cinco personas murieron anoche durante un bombardeo serbobosnio contra el hospital de Bihac.

En la localidad de Zenica, en territorio bajo control bosnio y a unos 60 kilómetros al oeste de Sarajevo, ya se están haciendo preparativos para acoger los hasta 15.000 refugiados que pueden ser inminentemente expulsados de Zepa por los serbios. Zenica, donde se han constituido comités de urgencia locales, va a cumplir, según la oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados, un papel similar al que Tuzla está desempeñando respecto a los más de 40.000 expulsados de Srebrenica la semana pasada. Pese a las reiteradas promesas de los radicales serbios en este sentido, la Cruz Roja sigue sin tener acceso a los. miles de adolescentes y hombres detenidos por sus tropas tras el asalto final a esta zona protegida. El Gobierno bosnio hizo ayer un llamamiento internacional para que no se abandone a su suerte a las alrededor de ocho mil personas que, según Sarajevo, han desaparecido en territorio controlado por los serbios durante su éxodo entre Srebrenica y Tuzla.