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Niko Pirosmani frente a 23 artistas contemporáneos

Xosé Hermida

Niko Pirosmani (1862-1918) vivió como un vagabundo que se ganaba la vida pintando letreros para las tabernas. Hoy es un orgullo nacional de la república ex soviética de Georgia, donde se venden por miles las láminas con sus inquietantes escenas costumbristas. Rescatado del anonimato por la vanguardia rusa, la obra de Pirosmani reúne ahora a su alrededor a 23 artistas contemporaneos en, la muestra Signos y milagros, que, tras exponerse en la Kunthaus de Zúrich, llega hoy al Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC) de Santiago de Compostela. Esta muestra es la primera coproducción con otro museo europeo del recién inaugurado CGAC.Le han llamado el douanier Roiusseau del Cáucaso, y su obra se ha llegado a clasificar como naïf. Sus cuadros representan escenas campesinas, naturalezas muertas, animales o paisajes típicos georgianos, pero todo envuelto en un aire lúgubre y misterioso. "De ningún modo es folkart ", advierte el artista estadounidense Tim Rollins, uno de los participantes en la muestra que se inaugura hoy en el CGAC, sus pinturas no son ingenuas, son sagaces". "Su obra es poco romántica o idílica", afirma Bice Curiger, comisario de las exposiciones de Zúrich y Santiago, "son cuadros que parecen haber caído del cielo en nuestra época". Curiger aprecia en las imágenes del georgiano reminiscencias de Ios ¡conos, las miniaturas persas, las fotografías, y las estampas populares".Pirosmani llega a España, como antes a Europa occidental, rodeado de un halo legendario. Llevó una existencia bohemia y acabó sus días solitario y olvidado. Sin embargo, en 1912, seis años antes de morir, dos artistas rusos descubrieron por casualidad sus cuadros en una taberna de Tiflis (capital de Georgia) y se llevaron cuatro años para la célebre exposición vanguardista Targets (Objetivos), inaugurada en Moscú en 1913, en la que fueron mostrados al lado de obras de Malevich o Larionov.En Santiago participan los mismos artistas. que en Zúrich, con el añadido de los gallegos Carlos Nieto y Jorge Barbi. A primera vista no resulta complicado relacionar a Pirosmani con el ruso Ilia Kabakov -hoy vive en Nueva York-, que en los años setenta dibujaba en la clandestinidad álbumes que la gente acudía a ver a la cocina de su piso de Moscú. O incluso con las fotografías de Mylayne. ¿Pero existe alguna conexión entre Pirosmani y Tim Rollins, fundador del Kids of Survival (KOS) con jóvenes chicanos del Bronx neoyorquino? ¿Y con los estudios fotográficos de Cindy Sherman, las locuras infantiles de Lily van der Stokker, las videoesculturas de Tony OursIer, las representaciones de Klara Schilliger y Valerian Maly (se pasan ocho horas silbando) q los caprichos de Jeff Koon, el polémico ex marido de la actriz porno Cicciolina? "En todos estos artistas hallamos una nueva actitud ética", afirma Curiger. "Hay en ellos como un abandono del ego, de lo individual, para asumir elementos de la memoria colectiva. Esoles Vincula entre sí y a Pirosmani".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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