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La defensa de Gorazde sólo exige movilizar a la FIR y amenazar con ataques aéreos, según expertos militares

Xavier Vidal-Folch

El enclave bosnio de Gorazde puede ser protegido y no correr la misma suerte que Srebrenica. Sólo se requiere decisión política, la rápida movilización de la Fuerza de Intervención Rápida (FIR), la utilización con ese fin de helicópteros norteamericanos y una seria amenaza de bombardeos a cargo de la OTAN. Expertos militares criticaban ayer en Bruselas las "exageraciones" de ciertos políticos sobre las necesidades de fuerzas, que sólo pueden conducir a la parálisis y a la caída de Gorazde en manos serbias. La decisión sobre proteger o dejar caer este enclave se tomará el viernes en Londres.

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El mediador diplomático de la Unión Europea (UE), Carl Bildt, es uno de los que más ha destacado la necesidad de una ingente fuerza. Bildt calculaba en 23.000 hombres y 8.000 vehículos los medios necesarios para despejar la carretera Gorazde-Sarajevo. Y tras la reunión del lunes con los ministros de Exteriores de los Quince se dedicó a ampliar el nivel de compromiso que supondría la protección de la zona de seguridad.Fuentes de la OTAN, sin embargo, indicaron a este periódico que en la región de Gorazde el equilibrio militar sobre el terreno es total: "La relación de fuerzas en entre serbios y bosnios es de uno a uno", y además hay que contar con que las tropas musulmanas están muy fogueadas. "El único problema es que el equilibrio se rompe porque los serbios disponen de armas pesadas, de artillería,", añadieron. En la zona están desplegados 300 cascos azules, de nacionalidad británica y ucrania.

Otros expertos militares independientes coincidían con esta apreciación, subrayando que para mantener el statu quo sobraría con dos condiciones. Una, el despliegue de la FIR, "siempre que se trate de una verdadera fuerza para intervenir y se mueva con rapidez". Dos, "decisiones políticas claras", a saber, "la advertencia seria y creíble de bombardeos a cargo de la OTAN" en caso de que el Ejército de Pale incumpla el mandato de la ONU de respetar el enclave de seguridad ahora amenazado.

El propio portavoz de la Casa Blanca, Michael Mac Curry, opinó que "no está claro" que Gorazde no pueda resistir hasta el fin de semana, informa France Presse, y aseguró que la situación de Tuzla, al noroeste de los tres enclaves orientales, es aún menos precaria. Pero se mostró menos optimista sobre Zepa, población que todo el mundo da por sentenciada tras la caída de Srebrenica.

El problema para el despliegue rápido de la FIR es que se requiere un tipo de helicópteros del que sólo dispone EE UU. Conseguirlos es la razón del viaje iniciado ayer por el titular del Foreign Office, Malcom Rifkind. Éste declaró en Londres antes de su partida que se habían saldado las diferencias entre Londres y París, pero que ninguno de ambos Gobiernos se proponía "desempeñar un papel de beligerante", según Reuter.

El secretario de Estado adjunto norteamericano para Asuntos Europeos, Richard Halbrooke, afirmó que Washington "se inclina" en favor de una respuesta positiva a la petición francesa de apoyo logístico, pese a su inconcreción.

La FIR no sólo no puede desplegarse por sí sola, sin medios de transporte especiales, sino que aún no está en situación de movilización total. La fuerza está compuesta de tres elementos: una brigada multinacional de 3.700 hombres (en su mayoría británicos y franceses); la 24ª Brigada aeromóvil británica (4.000 hombres), ubicada en Cochester pero aún no desplegada; y la brigada francesa Balbuzard (4.000 soldados), en situación de alerta. La brigada multinacional "está disponible para efectuar acciones terrestres con apoyo blindado", manifestó ayer a Le Figaro su jefe, el general Soubirou, quien añadió la posibilidad de actuar sobre Gorazde si se le proveen de medios "aeromóviles pesados".

En el ámbito más político, el Consejo de ministros de Exteriores de la UE tuvo la virtud -aún aplazando las decisiones prácticas a la reunión del viernes en Londres- de acabar de suavizar el encono entre París y Londres, aunque todavía portavoces franceses lamentaban lo que consideraban la indecisión británica a la hora de apoyar su plan de acción militar en su reunión bilateral del domingo pasado.

Pero no todos se fueron de rositas. Entre ellos, el mediador diplomático, Carl Bildt, quien sostuvo la misma tesis reiterada ayer por el primer ministro británico, John Major, en los Comunes: tanto el levantamiento del embargo de armas a Bosnia como la retirada de la Unprofor conducirían a la misma consecuencia: "Más guerra", por lo cual "hay que seguir haciendo lo mismo que se está haciendo, pero mejor". Partidario de hacer algo más, adoptando un mayor compromiso militar, el ministro de Exteriores francés, Hervé de Charette, le espetó, mordaz: "Bildt, tiene usted un humor corrosivo".

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