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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Olvidar Vietnam

A LOS 20 años del fin de la guerra de Vietnam, un presidente norteamericano que hizo todo lo posible, y lo consiguió, por no servir en la contienda ha anunciado el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y Hanoi. Bill Clinton, traicionando lo incómodo que se siente en la defensa de su propia política exterior, aseguraba horas antes, de hablar ayer al país que su historia personal no había jugado ningún papel en la decisión.Estados Unidos llega a la cola de las potencias occidentales en la normalización de sus relaciones con un Vietnam sometido todavía a una dictadura que se denomina comunista, pero que, como China, avanza a pasos agigantados hacia una economía de mercado. Es cierto que el embargo comercial fue levantado en febrero de 1994, pero dificultades de financiación y la imposibilidad de ofrecer a Vietnam la cláusula de nación más favorecida- hicieron que no se produjera entonces la avalancha presumida de inversiones norteamericanas.

De otro lado, la medida no era tampoco universalmente aclamada en EE UU, donde es posible que la mayoría republicana en las dos cámaras se oponga a la aprobación de fondos para la construcción de la futura embajada. Y uno de los principales aspirantes republicanos a suceder al demócrata Clintón, el líder de la mayoría en el Senado, Bob Dole, va a usar el señuelo de heridas no cerradas para hacer todo el daño que pueda a la presidencia.

Esas cicatrices son el recuerdo de los 1.618 soldados norteamericanos que aún figuran oficialmente como desaparecidos en combate. El presidente había prometido que hasta que Vietnam informara sin reservas sobre su suerte, no reconocería al régimen comunista. Hace unos días afirmó, sin embargo, que Vietnam había hecho ya todo lo' posible en ese terreno y que sólo faltaba por justificar la suerte de 59 militares, en la práctica totalidad muertos o desaparecidos.

Clinton ha actuado, por todo ello, con pausada decisión al defender así los intereses de su país y hacer frente a un volumen de críticas que aún le dará guerra en el frente interior.

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