Las tropas serbias ocupan la ciudad de Srebrenica
Aviones de la OTAN bombardean a los agresores mientras miles de personas huyen aterrorizadas
Las tropas de los serbios de Bosnia rompieron ayer las última defensas de Srebrenica y ocuparon la ciudad, teórica zona protegida garantizada por el Consejo de Seguridad en el enclave musulmán del mismo nombre, al noreste de Bosnia. El asalto final serbio se produjo después de que sus concentraciones de blindados a las puertas de la ciudad fueran atacadas simbólicamente por aviones de la OTAN. Un portavoz de la ONU en Sarajevo confirmó por la tarde la caída de Srebrenica, auténtica acta de defunción de la misión de la ONU en Bosnia, y añadió que miles de refugiados huyen despavoridos hacia noroeste, en dirección a los cuarteles adonde se ha retirado la guarnición de cascos azules holandeses.
Los cascos azules holandeses eran los nominalmente encarga dos de proteger la zona ahora ocupada por los serbios. El primer ministro bosnio, Haris Silajdiz, acusó amargamente a la ONU de "haber vendido [a los serbios] a la gente de Srebrenica". Horas antes del ataque de sus tropas, el líder serbobosnio Radovan Karadzic recibía en Pale a un enviado de la Unión Europea, al que garantizaba que su Gobierno "quiere una paz inmediata".Las fuerzas de los radicales serbios "han tomado de hecho el control de la ciudad", según ha afirmado en la capital bosnia el portavoz militar de los cascos azules, Gary Coward. A primera hora de la tarde, su jefe civil, Alexander Ivanko, manifestaba que los atacantes serbios y los defensores bosnios estaban a menos de 300metros. La resistencia bosnia fue mínima. La caída de Srebrenica, una de las seis zonas de Bosnia que según la ONU estarían a salvo de ataques con armas pesadas y cuya seguridad garantizaban los cazabombarderos de la OTAN, puede precipitar una Auténtica tragedia colectiva, toda vez que en la ciudad se hacinaban hasta ayer en condiciones miserables decenas de miles de refugiados musulmanes de las zonas vecinas.
Los serbios dieron el lunes un ultimátum a los sitiados para que abandonaran Srebrenica en 48 horas, y conminaron a los soldados holandeses, a 32 de los cuales habían capturado la víspera, para que se mantuvieran al margen. El ultimátum, vigente a partir de las seis de la mañana de ayer, fue considerado "inaceptable" por la ONU, según Coward. La caída de Srebrenica deja a Sarajevo un poco más sola en el territorio de Bosnia oriental controlado por los serbios.
Huida desesperada
La Oficina para los Refugiados de la ONU vaticina que más de 20.000 personas pueden emprender una huida desesperada y anuncia que pedirá a los serbios "un corredor de seguridad" hacia Tuzla, al noroeste y ya en territorio gubernamental bosnio. El Pentágono dio cuenta ayer de que unos 10.000 refugiados musulmanes habían abandonado Srebrenica en compañía de los cascos azules holandeses.
El Gobierno de los radicales serbios emitió ayer por la tarde una declaración en Pale asegurando que "los habitantes de Srebrenica no tienen nada que temer" y que pueden permanecer en la ciudad. Mientras que el líder de los radicales serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, se apresuró a nombrar a un alto comisario civil en Srebrenica, su televisión daba cuenta de la "liberación" del enclave musulmán y de la inminente caída de la cercana Zepa, otra zona protegida por la ONU. El principal telediario serbobosnio se refirió al ataque de la OTAN, "pese a las promesas en sentido contrario y sin que hubiese ninguna razón para ello". Pale garantizó que los soldados holandeses detenidos serán tratados como "invitados".
Srebrenica estaba bajo intenso fuego artillero serbio desde el jueves pasado. El fin de semana comenzó el avance de las tropas del general MIadic, que sobrepasaron los puestos de observación de los 450 cascos azules holandeses de guarnición en la zona. El lunes, los tanques serbios llegaron a un kilómetro de la ciudad y en la noche de ese día una avanzadilla de las fuerzas asaltantes mantuvo un enfrentamiento directo con los soldados holandeses, a 32 de los cuales habían capturado previamente. Un ataque con morteros, ayer, contra las posiciones de la ONU desaté la acción aérea aliada, en la que participó "un número importante de aparatos, entre los propiamente de ataque y los encargados de anular los radares antiareos" serbios, según el portavoz del cuartel general de la ONU de Zagreb, Christopher Gunnes.
La última intervención aérea de la OTAN contra los serbobosnios, en mayo pasado y a causa del continuado bombardeo Sarajevo con armas pesada provocó el apresamiento por tos de casi 400 rehenes de ONU. Las potencias occidentales negociaron secretamente su liberación, que se produjo por intermedio del presidente serbio Slobodan Milosevc. Desde entonces, y hasta ayer, la aviación aliada había desaparecido virtualmente de los cielos bosnios.
El resultado del doble ataque de la OTAN -a las cuatro di tarde continuaban las operaciones- ha sido dos carros serbios destruídos. Menos de dos horas después, y haciendo tabla rasa las manidas amenazas internacionales, los serbios entraron en Srebrenica, a cuyas puertas habían colocado virtualmente por la mañana las bocachas de tanques y donde tenían como rehenes a cerca de 45.000 personas, la mayoría de las cuales habían acudido a refugiarse allí los últimos días, desde las zonas vecinas, como única tabla de salvación. "Demasiado poco y demasiado tarde", sentenció anoche el primer ministro bosinio Haris Silajdzic.
Elementos terroristas
El comandante en jefe serbobosnio, Ratko MIadic, ha escrito una nota al jefe de los cascos azules en Bosnia, el general británico Rupert Smith, explicando el asalto contra Srebrenica se producido para limpiar la ciudad de "elementos terroristas musulmanes" que hostigaban a sus fuerzas. El portavoz de la ONU en Zagreb ha precisado que 32 cascos azules que los serbios mantienen detenidos desde el lunes "están bien".
Las tropas de Radovan Karadzic prepararon ayer su golpe de gracia avanzando por la mañana hacia el norte del enclave mientras que al sur se agruparon nuevas fuerzas asaltantes. La ONU había advertido repetidamente desde el lunes a los ultra nacionalistas serbios que sería atacados si intentaban el asalto de la ciudad o si iban contra los cascos azules allí situados.
Más solemnemente, el comandante en jefe de la ONU la ex Yugoslavia, general Bernard Janvier, había hablado por teléfono en tres ocasiones durante las últimas horas con el general serbobosnio Zdravko Tolinmir, jefe de las fuerzas sobre el terreno, para prevenirle sobre las consecuencias que se derivarían de una acción más decidida por las tropas a sus órdenes. Tolinmir le habría dado garantías de que no habría asalto final. La caída de Srebrenica, suprema humillación de la ONU en Bosnia, dice que todo sobre la eficacia de advertencias y el valor concedido por los serbios a las mismas.
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