Miguel Molina y Clara Sanchis viajan al interior de Hipólito y Fedra
Los jóvenes actores desvelan los mitos que interpretarán en el Festival de Mérida
Serán Hipólito y Fedra en el drama con toques irónicos que, dirigido por Emilio Hernández; y con Juan Diego y María Asquerino como compañeros de reparto, se estrena el próximo día 12 en el Festival de Teatro de Mérida. Miguel Molína, hijo del actor y cantante Antonio Molina, y Clara Sanchis, hija del autor y dramaturgo José Sanchis Sinisterra y la actriz Magüi Mira, transitan por los vericuetos de mitos clásicos que los dramaturgos griegos recrearon en sus textos.
La relación que la obra marca entre ellos es de deseos reprimidos, de amores trágicos, de quiero y no puedo, de fuerte atracción no satisfecha por impedimentos morales. A fin de cuentas son madre e hijo. Pero se gustan y su erótica relación sin sexo termina con el suicidio de Fedra, quien se venga de Hipólito al comunicar que su muerte se debe a que su hijastro la ha violado.De lo primero que se habla es de la violación sexual. "Es algo que me repugna, es uno de los delitos que más me asquean", dice Miguel Molina. Clara Sanchis coincide con él, pero no olvida apuntar que la violación también puede existir con otra connotación: "Quizá habría que recordar que lo de la fantasía de la violación es algo ancestral en el pensamiento femenino, al tiempo que es una de las mayores brutalidades". Fedra e Hipólito son mitos que les atraen, aunque Clara Sanchis dice que el de Edipo, no sólo por su popularidad, sino porque es difícil escaparse de él, es el que más le subyuga. Miguel Molina piensa que ligado al asunto de los mitos siempre hay un deseo, por parte de alguien o de varios, de clara connotación sexual: "Vamos, que de lo que se trata es de acostarse con alguien, pero para mí lo más sugerente viene dado en el porqué, en todos esos aspectos que rodean y adornan una situación de ese tipo, tanto si es uno el que la vive como si se está de puro observador".
Intolerancia
Para adentrarse en el personaje Clara Sanchis lleva pensando mucho como abordaría una mujer de hoy el enamorarse de su hijastro: "Es un problema cultural, ya que lo que aflora no es sólo la contradicción entre lo que marca la cabeza y lo que pide el cuerpo, sino también la intolerancia con los demás y con uno mismo, ambas cosas se dan hoy". Miguel Molina añade: "Por desgracia hoy es posible todo, se pierde el norte y la armonía de las cosas". En el terreno más concreto se les remite a sus posibles celos de Antonio Molina y Magüi Mira, respectivamente. Ninguno de los dos dice haber tenido pelos de ellos en el sentido erótico-afectivo, aunque Miguel señala sus sufrimientos porque Antonio Molina le llegó tarde y ha sido el que menos le ha disfrutado.
Respecto a su madre el actor dice que se ha sentido seducido por ella: "Mi madre nunca me ha atraído sexualmente, pero en las mujeres que amo o he amado siempre he buscado, inconscientemente, algo de mi madre, persona por la que sería capaz de morir". Clara Sanchis dice que siempre se ha sentido seducida por su padre, al que ha tenido en muchas ocasiones como modelo.
Los dos dicen que poder actuar en el teatro romano de Mérida tiene algo de mágico. "Si pensamos que desde hace cientos y cientos de años ahí han trabajado nuestros compañeros se nos pone la carne de gallina". Ellos lo harán con una obra mítica y trágica, cuyo montaje reúne elementos de comedia a través de la incorporación, por parte de Emilio Hernández, de un coro de rollizas y contundentes mujeres.
Lo que erotiza del teatro ellos piensan que es la gran sensualidad que emerge sobre el escenario: "Hay algo de erótico en el mero hecho de que te miren, un juego de seducción con el espectador y juegas a que el público sea voyer de ti", dice Sanchis, y Molina añade: "El poder comunicar algo es toda una experiencia sensual".
Hipólito estará en Mérida del 12 al 16 de julio y después realizará una gira por varias ciudades españolas.
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