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La pensiones del señor Gutiérrez /Conde

El señor Gutiérrez, secretario general del Sindicato de Comisiones Obreras, denuncia confusamente el atrevimiento del señor Piñera al estudiar la capitalización de las pensiones de la Seguridad Social. Incluso arremete contra el Círculo de Empresarios y la Bolsa de Madrid por financiar tan nefanda investigación, porque ello supone "un desprecio hacia lo público". En materia de pensiones, pues, el señor Gutiérrez-defiende, como es su costumbre, los intereses de los sindicalistas frente a los derechos de los obreros.Es imposible que el Estado español cumpla su promesa de mantener y mejorar las pensiones públicas. El alargamiento de la esperanza de vida de hombres y mujeres, el deseo de la mayor parte de los trabajadores de adelantar su jubilación, la natalidad insuficiente para mantener nuestra población, lo abultado de nuestros parados, culminan en el terrible momento en que no habrá recursos suficientes para financiar la carga de las pensiones. La suspensión de pagos suele tomar la forma de una hiperinflación: el Estado se ve obligado a imprimir dinero para atender a su déficit y los derechos de pensión se convierten en papel sin valor. Pregunten si no a los argentinos, a los brasileños, o a los alemanes. Por eso queremos los amigos de los trabajadores que las pensiones públicas también estén capitalizadas.

De hecho, el Estado español ya incumple el contrato político con los cotizantes de la Seguridad Social. Esa mentira del Ogro Filantrópico se ha disimulado con el aumento de la pensión mínima y la no-contributiva. Pero el techo de las pensiones máximas disminuye, el porcentaje respecto del salario final se reduce, el suelo sobre el que se basa el cálculo pronto será el promedio de toda la vida de trabajo, los años de cotización 13recisa para cobrar, aumentan.Por fuerza se llegara muy pronto al sistema de pensión mínima e igual para todos, que figura en la Constitución. Para financiar un retiro digno a quienes no pueden contentarse con sobrevivir, se necesita que la economía sea mucho más productiva y que los hogares españoles ahorremos más. El ahorró para pensiones tiene, primero, que acumularse en seguros o fondos de inversión privados, que invertirán, la mayor parte en negocios productivos; y, segundo, ese ahorro, ha de estar libre de impuestos (ya deduciendo ese ahorro de la base del IRPF,-ya eximiendo del IRPF lo ahorrado y sus réditos acumulados cuando se cobre).Es cierto que si ese ahorro exento no tiene límite, el Estado verá disminuir notablemente sus ingresos, ya en el momento de la deducción, ya en el momento del cobro. Esa disminución de ingresos pondrá en peligro la financiación de la pensión mínima y sobre todo de "la generación perdida".

Los que hemos cotizado y no recibiremos el producto de las cotizaciones de quienes nos siguen tenemos un crédito contra la sociedad. Tiene mandanga que el señor Gutiérrez alegue que, como esa deuda es muy grande y pasa de 70 billones de pesetas, no, hay que pagarla. Es lo que alegaba el señor Conde cuando le exigía el Banco de España que aplicase lo! beneficios del Banest a reservas, para el pago de las pensiones de sus jubilados y empleados. El malvado señor Piñera está calculando cuánto de esa deuda tiene que, provisionar inmediatamente el Estado, como si fuera un banco o una aseguradora cualquiera, y cuánto puede permtírsele que aplace con una emisión de bonos. Todo depende de la prisa con que deduzca la deuda pública nacida de otros desafíos.

No vale decir que podemos mantener el sistema de reparto por el momento, porque no hará crisis hasta el 2015 o 2020. Quizá esté más cerca el día del juicio de lo que el señor Gutiérrez cree: debería darse un paseo por Italia, en vez de entretenerse en guerras de taifas con el califa de Córdoba, para entender que la Seguridad Social puede, quebrar incluso en un país de la Unión Europea.

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