Aznar pide al Gobierno que dé prioridad al empleo, la pesca y la agricultura

José María Aznar equilibró ayer las críticas al Gobierno y el apoyo a los objetivos de la presidencia española de la Unión Europea. Atacó al Gobierno sin hacer sangre y respaldó la consecución de un éxito español al frente de la UE sin entregar un cheque en blanco al Ejecutivo. "No habrá treguas" advirtió. Luego cambió los papeles y expuso las prioridades que reclama su partido para este semestre comunitario: empleo, pesca y agricultura.

La presidencia española no abre, a juicio de José María Aznar, un periodo excepcional ni en lo que concierne a la vida interna española ni a las actividades propias de la Unión Europea. Así que no ,cabe hablar", advirtió, "ni de treguas ni de paréntesis". En conclusión, el PP se sitúa en actitud de dispensar un "apoyo exigente".Establecido éste preámbulo, el presidente del primer partido de la oposición dedicó buena parte de su discurso a resaltar las aportaciones de su grupo, asumidas por el Gobierno, para definir mejor los intereses que España debe defender durante su presidencia de la UE. Intereses entre los que destacó "la defensa del aparato productivo español por encima de otras consideraciones".

En particular, el PP pide que se promueva la búsqueda de nuevos caladeros y la eliminación de discriminaciones para la flota comunitaria en los acuerdos pesqueros de la Unión. Aznar defendió, en lo que se refiere a la proyección exterior de la UE, la inclusión explícita de Argelia como país al que hay que ayudar en la resolución de su grave crisis y con el que podría firmarse un acuerdo de asociación. Asimismo, reclamó que se matice que el eventual acuerdo de cooperación con Cuba tenga como objetivo "ineludible la transición pacífica a la democracia".

. Reclamó que los acuerdos de asociación con los países de la ribera sur del Mediterráneo sean objeto de una evaluación global para medir sus efectos sobre los sectores productivos españoles. "Convenio a convenio se van haciendo concesiones con las que perjudicamos nuestras producciones agrícolas", se lamentó.

Como conclusión de un discurso que no suscitó ninguna réplica hostil por parte del presidente del Gobierno, el líder del PP afirmó: "España está en Europa y forma parte de la Unión Europea. Pero si queremos que este destino sea en verdad irreversible, y el PP así lo desea, hemos de procurar una defensa firme e inteligente de nuestros intereses en el marco europeo".

Los costes de la UE

Anteriormente, Aznar había invocado que en este momento son más visibles para la mayoría de los españoles los costes y los fracasos que los beneficios y los éxitos de la pertenencia a la Unión Europea. Pero eso, resaltó, no debe ser imputado en modo alguno a la propia Unión Europea, "sino a la torpeza de un Gobierno que ha defendido mal los intereses españoles. España ha pagado un alto precio por ello". Y puso como ejemplos la "imprevisión" en los conflictos pesqueros con Canadá y con Marruecos y la "negligencia" en la fase prelegislativa de la organización común del mercado del vino y de las frutas.

Aznar presentó la situación política de España como inestable, incierta, "atestada de escándalos y corrupciones que tocan a un Gobierno muy débil, provisional e interino". Un Gobierno que incurre, según el PP, en varias paradojas: presidir un club de países democráticos cuando acaba de ser responsable de recientes escuchas telefónicas ilegales por parte del Cesid, aunque no citó a este centro; haber aprobado el primer informe sobre evolución del empleo en la UE mientras España tiene la mayor tasa de paro de Europa, y aprobar los criterios para supervisar la convergencia nominal mientras España incumple todos los requisitos para acceder a la unión monetaria.