Cinco lustros
¿Cincuenta años de d eficiencias en la construcción pública de viviendas? La historia de la construcción pública de viviendas (en el municipio, de Madrid, como es nuestro caso) debería haber servido, cuando menos, para aprender de las deficiencias y carencias de los conjuntos residenciales, creados antaño para absorber el elevado número de población que recibió Madrid (entre otras ciudades).
La literatura científica ha de mostrado que, a mediados de los setenta, la insatisfacción residen cial de los vecinos de barrios periféricos madrileñós, de promoción pública, junto a un bien organizado movimiento vecinal y a la coyuntura política del momento (las primeras elecciones democráticas), fueron el detonante que puso en marcha el de nominado "proceso de remode lación de barrios en Madrid. Se calculaque este proceso afectó a 30 barrios, 38.590 viviendas y una población estimada de 147.028 personas. Entre los objetivos destacaba el realojamiento en viviendas "dignas" que sustituyeran a aquellas construidas 20-30 años antes, y que, debido a la baja calidad de materiales, a la premura de su construcción y a la escasa dotación de servicios y equipamientos, no habían podido superar el paso del tiempo.
Ahora, como vecina de una promoción municipal (de entre las muchas promovidas por la EMV y construidas por Ferrovial), y vistos los graves defectos de este grupo residencial de tan sólo año y medio de antigüedad, me planteo si no estaremos ante una perspectiva en materia de vivienda pública semejante a la de los años cincuenta y de tan funestas consecuencias..
¿De qué o para qué han servido todos estos años de evolución industrial, de desarrollo del bienestar social? ¿Por qué no se ha aplicado a estas viviendas ese conocimiento en materia de desarrollo tecnológico que hubiera impedido el prematuro y acelerado desgaste de los materiales empleados en las mismas? Y ante el período preelectoral en que estamos inmersos, ¿cómo abordarán los dirigentes políticos el tema de la vivienda pública y social?
La respuesta a los problemas generados en estas viviendas, y que se han puesto en conocimiento de sus, responsables sin obtener todavía ninguna solución, es lo que esperaría de ese buen hacer del que constantemente hacen gala nuestros políticos. Que la política no sirva de engrandecimiento personal, si no para dignificar a toda la sociedad-
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