La policía brasileña rescata a 30 niños que eran explotados como esclavos
La policía federal brasileña invadió el pasado martes una hacienda en el Estado de Mato Grosso do Sul y liberó a 30 niños y adolescentes que trabajaban como esclavos en la propiedad. En su mayoría, se trata de muchachos indios que fueron llevados al lugar, desde la región fronteriza con Paraguay; muchos de ellos presentan síntomas de graves enfermedades pulmonares. El propietario de la hacienda permaneció detenido unas horas, pero finalmente se le liberó bajo fianza de unas 13.000 pesetas.La ley de abolición de la esclavitud data en Brasil de 1888, pero aún hoy unos 25.000 trabajadores están reducidos a esa condición en haciendas de todo el país, según admite el propio Gobierno.
El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, anunció el pasado martes la creación de una comisión interministerial que estudiará medidas para suprimir esa práctica, común en las regiones agrícolas del sur del Estado de Pará, en los límites de las selvas del Amazonas.
Hasta ahora, los esporádicos esfuerzos gubernamentales para terminar con la esclavitud han acabado siempre en fracaso, principalmente por el miedo de los trabajadores y de sus familias, que no se atreven a denunciar a poderosos terratenientes. Los trabajadores son contratados sobre todo en el Nordeste, la zona más pobre del país. Los reclutadores luego los venden a los hacendados.
El mandatario brasileño describió así la situación: "Al trabajador esclavo se le obliga a comprar al hacendado cuanto necesita para sobrevivir. En general, ni siquiera sabe el precio de lo que compra. De ese modo, a fin de mes nunca le queda nada para cobrar, sólo una deuda que aumenta sin cesar". Cardoso explicó que, para impedir cualquier tentativa de fuga, "el trabajador esclavo es vigilado las 24 horas por guardias bien armados".
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