Grietas en la cúpula de la ONU en Bosnia y severas críticas de EE UU a Akashi

Nuevas discrepancias emergen entre los mandos de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia, mientras el mediador internacional Carl Bildt se esforzaba ayer ante el Gobierno de Sarajevo y los serbios rebeldes de Bosnia para intentar detener la guerra. Los movimientos diplomáticos coinciden con una violenta crítica de Washington al representante de la ONU en la zona, Yasushi Akashi.

El ex ministro sueco Carl primer Bildt llegó por tierra a la cercada Sarajevo para entrevistarse con el presidente Izetbegovic y envió al feudo serbio rebelde de Pale a su adjunto, el general De Lapresle, para encontrarse con los serbios. El secretario general adjunto de la ONU, Antonio Pedauyé, también se entrevistó ayer con Izetbegovic.Estos contactos diplomáticos para detener el conflicto bosnio y mejorar la situación de Sarajevo han sido arrinconados por un nuevo rifirafe en la ONU a propósito de las entrevistas secretas mantenidas por algunos de sus altos mandos militares con los dirigentes serbios para solucionar la se mana pasada la crisis de los rehenes. Los detalles de estas reuniones negadas en su día, han sido publicados por el periódico The New York Times.

Francia confirmó ayer que envió a sus generales a negociar con los serbios durante la reciente crisis, pero el portavoz de Exteriores, Yves Doutriaux, negó que París hubiera prometido a Karadzic, como asegura el diario norteamericano, el fin de las represalias aéreas de la OTAN. El máximo jefe militar de la ONU en Yugoslavia, el francés Bernard Janvier, y su predecesor Bertrand de Lapresle, se reunieron secretamente en dos ocasiones, el 4 y el 17 de junio, con los jefes serbios en Zvornik y Pale.

Oficialmente, todos los países europeos implicados en la crisis de los rehenes mantuvieron que su liberación de los casi 400 cascos azules detenidos debía ser incondicional.

El jefe de los cascos azules en Bosnia, el general británico Rupert Smith, tuvo al menos conocimiento de una de estas estrevistas y la desaprobé formalmente. La desconexión entre Smith y el mando de la ONU en Zagreb, el bino mío Akashí-Janvier, es cada vez mas evidente. El general Smith partidario de una línea menos complaciente con los. ultranacionalistas serbios, pidió esta semana represalias aéreas de la OTAN contra aviones serbios, pero su petición fue bloqueada por Akashi En los últimos días la OTAN h reducido el número de sus patrullas en el espacio aéreo bosnio.

Akashi es también el blanco del Gobierno de EE UU que, por boca de su embajadora en la ONU, Madeleine Albright, criticó ayer muy duramente al diplomático japonés por comunicar formal mente a los serbios de Bosnia que la proyectada fuerza de despliegue rápido, 10.000 hombres, prepara dos para el combate que estará listos en julio, va a cumplir el mismo papel que desarrollan ahora los cascos azules. Albright dijo que Akashi nunca debió haber escrito esa carta a Karadzic sin consultar lo al Consejo de Seguridad.

Mientras, cerca de Belgrado diez personas murieron y otras 11 resultaron gravemente heridas en una explosión en una fábrica química. Un empleado de la fábrica confirmó la explosión, pero no especificó sus causas.