Otras seis argelinas mueren degolladas a manos de presuntos integristas
La contabilidad macabra no se detiene ni un solo instante en Argelia. El miércoles, los vecinos de Ued Fodda, a unos 200 kilómetros al oeste de Argel, encontraron los cadáveres de cinco mujeres degolladas, a las que un comando Integrista había sacado de sus domicilios por la fuerza dos días antes. A estas muertes se les suma el asesinato de una sexta mujer, viuda de un funcionario de prisiones, degollada en la alcazaba de la capital. La noticia de. estas muertes, difundida por los periódicos independientes Le Matin y Liberté, no ha sido confirmada oficialmente.
El asesinato de las cinco mujeres, con edades comprendidas entre los 15 y los 21 años, se produjo en la región de Ain Defla, muy cerca de la localidad de Karimia, donde hace cerca de tres meses las fuerzas de seguridad argelinas efectuaron una importante operación de limpieza destinada a erradicar a los grupos integristas que intentaban controlar la región y trataban por todos los medios de imponer un nuevo "orden islámico".La operación de limpieza de Ain Defla, considerada como la punta de lanza de una ofensiva generalizada de las fuerzas de seguridad contra el maquis integrista, fue seguida de otras maniobras militares a lo largo y a lo ancho de Argelia y que hace pocos días culminaron en la región de la Cabilia, a unos 100 kilómetros al sur de Argel, donde fue abatido, según la prensa local, uno de los más importantes dirigentes del Grúpo Islámico Armado (GIA), apellidado Jeddad.
Además de estas cinco muertes, una sexta mujer fue asesinada el domingo en las callejuelas de la alcazaba de Argel, según aseguraba ayer el periódico Liberté. Era la viuda de un funcionario de prisiones, destinado en la cárcel de Serkayi, quien hace pocas semanas sucumbió también a la violencia integrista. El terror ha dejado en Argelia otro niño huérfano.
Pero el asesinato de estas seis mujeres argelinas no sólo es una respuesta a la ofensiva de las fuerzas de seguridad argelina; es también un nuevo intento para interrumpir el proceso de diálogo que desde hace varios meses ha reactivado el presidente de la República, el general Liamin Zerual. Se trata de un diálogo sin exclusiones don todas las fuerzas políticas de la oposición, incluido el aparato político del Frente Islámico de Salvación (FIS).
Esta operación está impulsada por la presidencia de la república argelina, que trata de consensuar e implicar a todas las fuerzas y organizaciones políticas en unas elecciones presidenciales que se celebrarían antes de finalizar este año y a las que seguirían unos comicios legislativos. El objetivo es legitimar el Gobierno y recuperar el proceso democrático interrumpido en Argelia hace más de tres años.
Negociaciones discretas
Las negociaciones entre el Gobiemo de Argel y el aparato del FIS se llevan a término con una discreción absoluta, según asegura la prensa árabe editada en Londres. Por parte de la presidencia, el encargado de los contactos es el general Betchini, uno de los más fieles y eficaces colaboradores del general Liamin Zerual. En el otro lado de la mesa, frente al general Betchini, se sientan, según estas informaciones, los máximos dirigentes del FIS, Abassi Madani, Ali Belhay y Abdelkader Rachani, quienes jurídicamente se encuentran detenidos o en prisión.
Cierta prensa de Argel se aventura a asegurar que estas negociaciones o conversaciones han culminado ya en un principio de acuerdo, por el que el Gobiemo decretará antes del 5 de julio la libertad para Abassi Madani y Abdelkader Hachani, y los dirigentes islamistas harán un llamamiento a los grupos armados para que cesen en su violencia.
Mientras, el tribunal de Laguat, una ciudad 400 kilómetros al sur de Argel, ha dictado 71 condenas a muerte, 70 de ellas en rebeldía.
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