"No quiero ser moderno" dice Alberto Corazón ante sus esculturas

El diseñador gráfico Alberto Corazón, de 53 años, presentó ayer en la galería Elvira González, de Madrid (General Castaños, 9) una treintena de objetos y esculturas realizadas en los últimos dos años. Artista conceptual en los años setenta, con las primeras exposiciones sobre este movimiento, se separa de los estilos actuales. "Me desmarco mucho de lo anterior, al imponerse la es pontaneidad.- No quiero ser moderno; quiero ser un clásico. Me interesan más los griegos que los atributos de la modernidad o la posmodernidad", declaró.El montaje de las piezas forma una secuencia en los seis espacios diferentes de la galería de arte madrileña. "En el proceso del trabajo hay objetos pequeños que son muy personales, no tanto para exhibir sino para tener, que surgen de los bocetos, los materiales o el propio modelado. Las piezas más grandes proceden del desarrollo de ideas, en un trabajo más de proyecto que luego se complica y permite corregir durante un tiempo".

El artista dice que prefiere la reflexión sobre los objetos y su significado en la cultura y menos sobre la historia del arte. "Me interesa un punto de vista global, integrador, ese conjunto de cosas que llamamos cultura, lo que tienen más en común que lo específico de los objetos artísticos".