Un gabinete de imagen para los huelguistas
La Confederación Estatatal de Sindicatos Médicos (CESM), convocante de la huelga de médicos, ha cambiado de estrategia. Un gabinete de imagen le asesora y la primera medida parece haber sido la de "aconsejar" a los portavoces médicos de las asambleas que no tomen iniciativas y hagan declaraciones públicas. Los diversos facultativos preguntados ayer siempre contestaban lo mismo: "Lo que diga la CESM".En este ambiente han empezado a circular las cartas, en principio personales enviadas por el Insalud a cada médico, que finalmente son circulares a los gerentes, con su su oferta de negociación. El documento, de fecha 19 de junio, no tiene firma y explica la oferta retributiva de 30.000 pesetas mensuales "en productividad fija ligada a los objetivos pactados en l995" a partir de junio, y consolidadas en el 96 y 97.
Los facultativos apenas se han mostrado interesados en la oferta. Las reacciones oscilan entre la indiferencia y la indignación ante lo que califican de "parifleto" y "tomadura de pelo". "No nos interesa, porque es lo mismo de siempre", explicaba ayer Jacinto García Pascual, portavoz de la asamblea del Hospital Doce de Octubre de Madrid. Nadie quiere dar otras razones, salvo la desconfianza. "Simplemente no nos fiamos", dicen. Para cualquier otra explicación remiten a la CESM. "La estrategia la debe fijar el sindicato. Apoyamos lo que haga. Haremos lo que diga", repiten, como si la capacidad individual de decidir, algo con lo que contaba el Insalud hubiera quedado de pronto eclipsada. Las pocas voces que en días pasados insinuaban en alguna asamblea la conveniencia de un pacto a la gallega parecen haber enmudecido. Quieren otra imagen.
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